Ford reduce la producción de los Explorer y Capri eléctricos a pesar de que acaban de salir al mercado
El enfriamiento de la demanda de coches eléctricos en el mercado europeo ha obligado a Ford a reducir el volumen de producción de los nuevos Explorer y Capri, que se fabrican en Colonia, Alemania.
El Ford Explorer eléctrico ha tenido un proceso de lanzamiento relativamente largo. Aunque se presentó originalmente en el primer trimestre de 2023, su producción en serie no comenzó en la planta de Colonia (Alemania) hasta este mismo verano. Su hermano «coupé», el renacido Capri, ha sufrido menos contratiempos, pues empezó a salir de las líneas de montaje el pasado septiembre.
Al contrario que el Mustang Mach-E y el inminente Puma Gen-E, que emplean plataformas de origen propio, tanto el Explorer como el Capri utilizan una arquitectura del Grupo Volkswagen: la MEB, una base que debutó en 2019 con el compacto ID.3. Para adaptar la factoría germana a esta plataforma, Ford decidió discontinuar el año pasado uno de sus principales superventas: el Fiesta.
Aparentemente, esta arriesgada apuesta no está dando los frutos esperados, pues a pesar de que ambos modelos acaban de llegar al mercado, sus ventas no están cumpliendo con las expectativas. Según un portavoz de la propia marca, el enfriamiento de la demanda obligará a reducir el output en Colonia, un centro en el que Ford ha invertido 2.000 millones de dólares para producir vehículos eléctricos.
El bajo rendimiento comercial de la gama eléctrica de Ford llega en un momento complicado, pues además de haber discontinuado el Fiesta y otros modelos de larga tradición como el Mondeo, en 2025 dejará de fabricar el Focus. Por lo tanto, su oferta pasará a estar sostenida por dos pilares: el Puma, que se ensambla en Rumanía, y el Kuga, de origen español.
Ford está preparando una nueva arquitectura eléctrica de bajo coste para competir contra BYD y Tesla
Las cosas no van mucho mejor en Estados Unidos, donde la pick-up F-150 Lightning verá parada su producción del 15 de noviembre al 6 de enero. Para remediar esta situación, la compañía se encuentra trabajando en una nueva plataforma eléctrica que, de acuerdo con Jim Farley, CEO de Ford, igualará la estructura de costes de rivales chinos como BYD.
El vehículo encargado de estrenar esta arquitectura será una pick-up que llegará a Estados Unidos en 2027 con un precio objetivo inferior a los 30.000 dólares. Definido por el directivo como un «punto de inflexión», este modelo está siendo desarrollado por un equipo de antiguos empleados de Apple, Lucid, Rivian y Tesla. El líder del proyecto es Alan Clarke, que fue el encargado de dirigir la ingeniería del Tesla Model Y.