Este sistema aumenta un 10% la autonomía de los coches eléctricos captando energía electromagnética
Desarrollada por la empresa tecnológica surcoreana Deogam, EnerShift es una tecnología que utiliza ondas electromagnéticas para aumentar la autonomía de los coches eléctricos y que puede incrementar el alcance en un 10%.
El empresa surcoreana Deogam, ha desarrollado una solución que permitirá ampliar la autonomía de los coches eléctricos, y hacerlo desde un enfoque totalmente diferente a lo habitual. Un sistema de reciclaje de electricidad, cuya función es capturar las ondas electromagnéticas generadas durante el funcionamiento del vehículo y usarlas para producir de nuevo electricidad para mover el vehículo.
Una vez capturadas las ondas electromagnéticas, estas se convierten en electricidad que se puede inyectar directamente a la batería o el motor.
El Director Ejecutivo de la compañía surcoreana, Kim Jin-wook , resalta los atributos del producto, destacando que su desarrollo es capaz de aumentar la autonomía de los coches eléctricos hasta en un 10%.
Con esta original solución, Deogam pretende iniciar un cambio de modelo energético en el ámbito de la movilidad sostenible con un sistema que transforma la energía de alta frecuencia en energía de nuevo usable.
El desarrollo ya está listo para iniciar las primeras pruebas, que tendrán lugar usando taxis como prototipos reales, para luego ampliar su uso a otros sectores industriales, como el transporte pesado o la industria intensiva.
El sistema EnerShift recupera la energía térmica desperdiciada de las ondas electromagnéticas generadas por el proceso de conversión de continua a alterna, para alimentar parcialmente el sistema de propulsión. Unas pérdidas que provocan una caída de la eficiencia, que pueden ser compensadas con la tecnología de la empresa surcoreana.
Su sistema implementa un núcleo de energía en forma de toro capaz de transformar ondas electromagnéticas y ondas armónicas en energía eléctrica usable. Según la empresa: «EnerShift puede manejar fluctuaciones significativas en el consumo de energía gracias a la integración de un convertidor tipo Buck & Boost. Como resultado, puede recuperar hasta el 18% de la energía perdida durante el funcionamiento del vehículo«.
El coste de instalar la tecnología se estima en 1.000 dólares por vehículo. Si se instalara en los aproximadamente 14 millones de vehículos eléctricos que se utilizan en todo el mundo, podría reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte en 6.700 toneladas por año, mientras que el ahorro en términos de energía ascendería a 3.577.000 MWh al año.
