
¿Son rentables los coches eléctricos?
Los coches eléctricos se enfrentan a varias dificultades para que sean considerados por el público general como una opción real. Si se quiere lograr la paridad y que sean rentables frente a sus equivalentes térmicos, se deben dar estas condiciones.

La compra de un vehículo es siempre una decisión importante por la gran inversión económica que requiere. En el caso de adquirir un vehículo eléctrico, si eres primerizo, siempre pueden surgir algunas dudas al respecto. Pero si tu gran pregunta es saber si la compra te resultará rentable o no en comparación con un vehículo equivalente con motor de combustión, este estudio realizado en Francia intenta mostrar el camino.
UFC-Que Choisir ha realizado un análisis de los costes de propiedad de tres coches eléctricos y sus equivalentes térmicos, cada uno de un tamaño diferente (pequeño, mediano y grande): FIAT 500 térmico y de gasolina, Peugeot 208 y e-208, VW Golf e ID.3, Skoda Kodiaq y Tesla Model Y. Se tuvieron en cuenta dos factores principales: los costes de compra y los costes de energía, electricidad para los eléctricos y combustible para los térmicos.
La conclusión a la que ha llegado dicho estudio es de que sí, un vehículo eléctrico es rentable, pero con dos condiciones importantes: que existan ayudas públicas para su compra y que la electricidad se pueda mantener en precios asequibles. Ni más ni menos. Es cierto que luego hay otros condicionantes que pueden variar la ecuación, como el acceso a un punto de recarga privado, el uso que se le dé, etc.

Lo que queda claro desde un primer momento en el estudio revelado por UFC-Que Choisir es que, a día de hoy, en 2025, independientemente del tamaño del coche eléctrico nuevo escogido, este «será de media más caro para su primer propietario que un vehículo de gasolina nuevo equivalente». El análisis se ha llevado a cabo comparando sendos contratos de alquiler, en formato leasing, de cuatro años. Sin tener en cuenta las posibles ayudas, un coche pequeño tiene unos costes adicionales de 2.900 euros, uno medio de 750 euros y uno grande de 4.300 euros.
La principal causa en este caso, con las empresas de alquiler de por medio, tiene que ver con los mayores costes del vehículo nuevo y también las expectativas de su valor residual a la hora de ponerlo en el mercado de usados con posterioridad. Pero como decíamos, estos cálculos no tienen en cuenta las posibles ayudas públicas, que dependen de cada región de forma directa. No hace falta mencionar que el estudio destaca la importancia «crucial» de estas ayudas mientras que los precios de venta de los vehículos no bajen hasta equipararse con los que llevan motor de combustión.
En este punto, UFC-Que Choisir pone fecha a esto: sin necesidad de ayudas, los vehículos eléctricos nuevos de tamaño medio serán rentables ya el año que viene, en 2026, frente a sus equivalentes con motores térmicos; para los coches pequeños habrá que esperar al 2028, justo cuando llegue la nueva hornada de modelos previstos; mientras que para los coches eléctricos grandes tendremos que aguardar hasta el 2032.

El segundo gran factor que afecta a la ecuación de los cálculos de este estudio tiene que ver con los costes de la electricidad. Y ya estamos comprobando en nuestras facturas que estos costes están subiendo en los últimos tiempos, empujados por la inflación, la incertidumbre, el incremento del coste de materias primas como el petróleo o el gas natural… El estudio francés destaca que el 66% de las recargas de coches eléctricos se producen en casa o en el trabajo, donde los costes son más asequibles, mientras que el 19% recurre a las cargas rápidas en puntos públicos, donde los costes pueden llegar a ser de 3 a 4 veces mayor por kWh.
Esto ya lo sabíamos: cuanto más se cargue la batería en casa, más rentable acabará saliendo la ecuación en el día a día. Según el estudio, además, se estima que el coste de adquirir un punto de carga en casa, ayudas aparte, es de unos 100 euros al año. «Sin una carga asequible, la paridad de costes con un coche térmico podría retrasarse seis años. Un conductor sin acceso a un punto de carga privado deberá pagar casi 550 euros extra al año», destaca el estudio, que recalca la importancia de establecer un marco claro y estable para los precios de las estaciones de carga públicas.
Por último, entra muy en valor el coche eléctrico como opción de segunda mano. Según el estudio, en 2028, el segundo propietario de un coche eléctrico podrá ahorrar 848 euros cada año frente a uno de gasolina y 782 euros frente a uno diésel. Para el 2033, el potencial tercer propietario ahorrará 568 y 289 euros respectivamente.
Así varían los costes de propiedad con el paso de los años
De forma más detallada, estos serían los costes de propiedad anual que deberían afrontarse en un los primeros 15 años de propiedad:
- Cuatro primeros años de propiedad: un vehículo de gasolina afrontaría unos costes anuales 7.496 euros, uno diésel de 7.670 euros, mientras que uno eléctrico ascendería a 7.950 euros, prácticamente 500 euros más que uno de gasolina.
- El eléctrico remonta en los siguientes años: el coche eléctrico pasaría a ser la opción más asequible, pagando del quinto al noveno año de propiedad 2.328 euros en total, por los 3.080 euros por un diésel y 3.176 euros por uno de gasolina.
- A partir de la década: en el resto de años de propiedad, el vehículo eléctrico sigue imponiéndose, con un coste cada año de 2.136 euros, por los 2.425 euros para los propietarios de un coche diésel y 2.704 euros para un gasolina.
- Costes totales: según los cálculos del estudio, tras 17 años de propiedad y según las condiciones marcadas por este análisis, el coste del vehículo eléctrico terminaría siendo un 10,8% menos respecto al vehículo de gasolina y un 7,8% menos que uno de gasóleo.
Fuente | UFC-Que Choisir