
La sorprendente vuelta del motor de combustión: extensor de autonomía de los coches eléctricos
Los extensores de autonomía están jugando un papel clave en el desarrollo del coche eléctrico en China, y ahora Volkswagen quiere sumarse a la tendencia con nuevos modelos dotados de esta tecnología.

En China, los coches eléctricos han logrado superar el 50% de cuota de ventas, y lo han hecho gracias a una amplia oferta comercial y una variada gama de sistemas de propulsión: eléctricos puros, híbridos enchufables y los pujantes eléctricos con extensor de autonomía. Estos últimos están ganando popularidad y empujando al alza las cifras de ventas, un segmento en el que los grupos europeos, como Volkswagen, han identificado una oportunidad.
Estos vehículos incorporan un motor de combustión interna que funciona como generador para recargar la batería, sin estar conectado a la tracción, lo que permite una mayor autonomía sin depender exclusivamente de los puntos de carga.
En Europa, esta tecnología fue probada con poco éxito en los inicios de la era moderna del coche eléctrico, siendo posteriormente descartada en favor de los modelos totalmente eléctricos y los híbridos enchufables. Sin embargo, algunos fabricantes están reconsiderando su estrategia.
Volkswagen apostará por los PHEV, EREV y BEV

Con el objetivo de recuperar terreno frente a sus nuevos rivales, SAIC Volkswagen está trabajando en tres nuevos modelos electrificados que debutarán a partir de 2026. Se trata de un eléctrico a baterías (BEV), un eléctrico con extensor de autonomía (EREV) y un híbrido enchufable (PHEV).
Tanto el PHEV como el EREV serán desarrollados por SAIC. El primero será un sedán derivado del Roewe D7 y el segundo, un SUV de gama media-alta basado en la tecnología de IM Motors. El eléctrico, por su parte, será un SUV basado en la plataforma CEA (China Electrical Architecture), lo que indica un desarrollo conjunto con XPeng. Los tres vehículos llevarán el logo de Volkswagen.
Volkswagen planea introducir modelos con extensor de autonomía en el mercado chino, combinando las ventajas de la propulsión eléctrica con la seguridad de una mayor autonomía gracias al motor de combustión de apoyo.

Esta estrategia busca abordar las preocupaciones de algunos consumidores sobre la autonomía limitada de los eléctricos puros y la infraestructura de carga insuficiente en ciertas regiones. Al integrar un motor de combustión como generador, se ofrece una solución intermedia que podría acelerar la adopción de coches eléctricos en mercados con una red de carga aún insuficiente.
Sin embargo, esta tecnología también plantea desafíos, como el aumento de peso y complejidad del vehículo, así como consideraciones medioambientales relacionadas con el uso de combustibles fósiles.
El equilibrio entre electrificación y el abandono de los combustibles fósiles es complejo. Los consumidores deberán valorar qué opción se adapta mejor a sus necesidades y presupuesto a la hora de optar por una movilidad más sostenible.