
Toyota renueva el bZ4X, que aumenta su autonomía y gana una nueva versión de acceso
Toyota ha presentado el restyling de mitad de vida del bZ4X. El SUV eléctrico japonés se beneficia de un diseño actualizado, un equipamiento tecnológico revisado y una nueva oferta mecánica.

En paralelo al lanzamiento del nuevo C-HR+, Toyota ha actualizado el bZ4X, el primer coche eléctrico de su alienación. Además de un diseño remozado, el SUV japonés ha recibido una serie de mejoras en el apartado técnico que le permiten erigirse como una alternativa más competitiva frente a rivales directos como el Tesla Model Y.
Estéticamente, los cambios son menores. El frente ahora luce un aspecto más limpio, con unos faros más estilizados que nos recuerdan inmediatamente al antes mencionado C-HR+. Toyota afirma que la aerodinámica se ha optimizado. El interior por su parte incorpora una nueva consola central, además de un cuadro de instrumentos de nuevo diseño y una pantalla táctil de 14 pulgadas.
El fabricante nipón también menciona en su nota de prensa las «mejoras introducidas en la configuración de la suspensión y la carrocería», que permiten al vehículo ofrecer un menor nivel de ruido y vibraciones, además de un mejor confort de marcha y un comportamiento dinámico superior.
A nivel de software, habría que destacar la función de preacondicionamiento de la batería, que se incluye como parte del equipamiento de serie y se puede activar de forma manual o automática. El navegador puede calcular rutas de forma inteligente teniendo en cuenta las paradas recomendadas para cargar en base al nivel de la batería y la autonomía restante.

El nuevo Toyota bZ4X anuncia un alcance de hasta 573 km
Previsto para la segunda mitad de 2025, el renovado bZ4X ahora se ofrece con dos baterías, una de 57.7 kWh y otra de 73.1 kWh. Este último pack permite mejorar en aproximadamente 70 km la autonomía del modelo anterior. A esto también ayudan los nuevos eAxles, que son más compactos, ligeros y eficientes (ahora emplean semiconductores de carburo de silicio).
La gama se articula alrededor de tres versiones: tracción delantera, 167 CV (123 kW) y batería de 57.7 kWh (445 km WLTP de autonomía); tracción delantera, 224 CV (165 kW) y batería de 73.1 kWh (573 km WLTP de autonomía); y tracción total, 343 CV (252 kW) y batería de 73.1 kWh (520 km WLTP de autonomía). En este último caso, el coche completa el 0-100 km/h en 5.1 segundos.

La variante con tracción integral ofrece el doble de capacidad de remolque (hasta 1.500 kg). Otra novedad es el cargador embarcado de 22 kW. En cuanto a la carga rápida en corriente continua, el pico se mantiene en 150 kW. En un principio, los tiempos de carga no deberían variar, por lo que seguramente pueda pasar del 10 al 80% en unos 30 minutos.