
Compra un Tesla Model S de segunda mano, y su anterior dueño lo controla de forma remota durante 10 días. Esta fue su venganza
¿Te imaginas comprar un coche de segunda mano y que su anterior dueño se dedique a controlar sus funciones remotas para hacerte la vida imposible? Eso es lo que le ha ocurrido a un usuario de Reddit con su Tesla Model S usado.

La industria del automóvil continúa avanzando hacia el coche eléctrico, autónomo y conectado. Los vehículos de nueva hornada incluyen cada vez más servicios digitales, asistentes a la conducción avanzados y funciones inteligentes que buscan hacer más sencilla y cómoda la experiencia del usuario.
Una de las características cada vez más extendidas son las funciones remotas: a través de una app, muchos fabricantes permiten a los conductores de coches eléctricos consultar el estado de la carga o preclimatizar el habitáculo y la batería. En algunos casos incluso se permite aparcar o desaparcar el vehículo a distancia.
Estas funciones remotas están asociadas a la cuenta del dueño del coche. Pero, ¿qué ocurriría si compras un vehículo de segunda mano y su anterior propietario sigue teniendo acceso a ellas? Esto es lo que le ha ocurrido al usuario de Reddit Vladdroid, que recientemente adquirió un Tesla Model S usado.
«Soy nuevo en Tesla. Compré un Tesla Model S. Tiene supercarga gratis… Dos días después, parece que el anterior dueño lo puso en modo Valet [modo aparcacoches, limita ciertas funciones]. Y sigue poniendo el aire acondicionado a tope (ahora hace 15 °C afuera) cuando lo aparco. Al parecer, nunca desvincularon el coche, y yo no sabía que eso existía. Y ahora lleva 5 días molestándome. Pone el aire acondicionado a tope mientras enciende la calefacción de los asientos, lo desbloquea, lo mantiene en modo Valet, baja el límite de velocidad a 80 km/h y cierra el maletero/la guantera».

Una pesadilla digna de Black Mirror
Hasta que la documentación necesaria para transferir el vehículo no se procesara, Tesla no podía hacer nada al respecto. Dado que el Model S seguía vinculado a la cuenta anterior, el nuevo propietario decidió vengarse por todo lo alto: acudió a un Supercargador y puso el límite de carga al 51%. En el momento en el que el vehículo dejó de recargar, comenzaron a acumularse los cargos por inactividad. Tras hacerlo durante cuatro días, la penalización ascendía a los 250 dólares.
Mientras tanto, el anterior propietario trató de abrir el maletero, accionar el techo solar o tocar la bocina durante 30 minutos, pero nuestro protagonista simplemente quitó el fusible del claxon y el relé del maletero. Tras 4558 intentos adivinó el código para desactivar el modo Valet, momento en el que pudo acceder al historial de navegación del coche… y a la dirección del dueño original.
Tras varias búsquedas de Google, envió un mensaje advirtiendo de que, o cesaba el acoso, o seguirían acumulándose cargos en los Supercargadores. Rápidamente, el coche quedó liberado, y ese mismo día llegó el cambio de titularidad por correo.
Fuente | Reddit