
Dosis de realidad con las prometedoras baterías de estado sólido, su llegada se retrasa
Todo el mundo está hablando de las baterías de estado sólido como la panacea de los coches eléctricos, incluso algún fabricante se está atreviendo a decir que estarán listas para la producción en el corto plazo. Sin embargo, desde China enfrían las expectativas.

En el mercado de los coches eléctricos, principalmente en el chino, no solo hay una guerra de precios por abaratar este tipo de vehículos, también parece haber diferentes batallas abiertas por ser los primeros en presentar desarrollos inéditos: ser el más rápido en sacar los cargadores de 1 MW o ser los primeros en lanzar al mercado un tipo concreto de batería son dos ejemplos perfectos de lo que estamos hablando.
Y dentro de esto último, las baterías de estado sólido se llevan la palma. Llevamos muchos años hablando de esta tecnología, que traerá consigo vehículos eléctricos con autonomías mucho más elevadas, cargas más seguras y otras ventajas más. Y si nos remontásemos a 2-3 años atrás, estaríamos diciendo que estas baterías no se prevén hasta la próxima década.
Sin embargo, el empuje de muchas marcas por mostrarse como las más adelantadas tecnológicamente hablando ha hecho que se genere mucha desinformación al respecto. Y eso es lo que quieren frenar desde China, que tiene el control mayoritario de la producción de baterías para coches eléctricos a nivel global. Durante la reciente Conferencia Mundial de Baterías de Energía 2025, celebrada en el gigante asiático, los expertos y líderes de la industria han querido poner un poco de freno a las expectativas con estas baterías.
Una dosis de realidad que nos viene a recordar que, en realidad, la comercialización a gran escala de las baterías de estado sólido está todavía muy lejos. «Es un proceso de investigación a largo plazo», se asegura desde China, que apunta a los numerosos desafíos a los que todavía se enfrenta esta tecnología, tanto técnicos, de diseño como en el desarrollo de equipos.

El CEO de SVOLT, empresa dedicada a este campo, asegura que los primeros vehículos de demostración a pequeña escala podrían ser viables en 2027, pero que la producción en masa podría no llegar hasta el año 2030. Más allá va el vicepresidente de Changan, que apunta al 2035 como fecha objetivo más realista. Los expertos reclaman que todavía se lleven a cabo los pertinentes desarrollos en las baterías de estado líquido actuales, así como en las baterías de estado semisólido, que se llamarán “baterías sólido-líquido” en China de forma obligatoria.
¿Por qué saltarse un escalón en el desarrollo de la investigación? El último informe «Perspectivas de desarrollo de baterías de potencia para 2030» cree que estas últimas baterías, las semisólidas, alcanzarán un uso comercial a gran escala ya para el 2030, momento en el cual las de estado completamente sólido completarán la «verificación piloto» y el «despliegue limitado».
Ya lo dijeron recientemente dos gigantes de las baterías en China como CATL y BYD, que enfriaron las expectativas hace no mucho: «Todavía no funcionan lo suficientemente bien, carecen de durabilidad y todavía tienen problemas de seguridad. Estoy al tanto de todo el progreso y, de alguna manera, aún tenemos esos obstáculos», dijo el CEO de CATL, líder mundial en fabricación de baterías. Si lo dicen ellos, por algo será.
Y mientras tanto, otros gigantes chinos siguen a lo suyo: Dongfeng acaba de presentar una batería de estado sólido que permitirá obtener autonomías superiores a los 1.000 kilómetros. La marca china asegura que ya ha puesto en funcionamiento una línea piloto, y espera que la producción inicial arranque a finales de 2027. SAIC, Toyota, Chery, NIO… lo ven más a corto plazo, aunque todo parece indicar que se hará a un ritmo mucho más lento de lo que estos quieren asegurar, sobre todo porque cuando lleguen estas baterías serán muy caras y no estarán al alcance de cualquiera.
Fuente | CarNewsChina



