Cómo han metido 310 kWh en esta Rivian R1T con 1.000 km de autonomía
Mientras esperamos la llegada de la batería milagro que nos de 1.000 km de autonomía a nuestros coches eléctricos, un grupo de entusiastas se han liado la manta a la cabeza y han diseñado una Rivian pensada para recorrer los 4.500 km de la Cannonball.
El Cannonball Run es una de esas locuras que han pasado a la historia del motor en Estados Unidos: un recorrido de unos 4.500 kilómetros entre Nueva York y Redondo Beach, en California, donde la gracia siempre ha estado en completar la ruta lo más rápido posible. Casi todos los coches de gasolina que han buscado un récord han ido modelos modificados, así que alguien se preguntó: ¿por qué no hacer lo mismo con un coche eléctrico?
El protagonista de esta locura es la Rivian R1T, una pick-up eléctrica que no es precisamente el rey de la eficiencia ni de las curvas de carga rápidas. Eso de plantearse un récord de casi 4.500 kilómetros no estaba entre las prioridades de Rivian cuando lo diseñó. Pero un grupo de amigos aplicó aquello de 2sujétame el cubata" y se empeñó en lograrlo sea como sea.
Todo se destapó en un vídeo de Robert Dunn, del canal Aging Wheels, donde muestra la primera parte del proyecto: convertir un R1T de primera generación en un pick-up con dos baterías capaces de cargarse a la vez, como si fuese un experimento de ciencia aplicada… porque, básicamente, lo es.
Una R1T convertida en laboratorio rodante
La idea empezó en 2023, cuando un tal Ryan juntó a un grupo de entusiastas, varios de ellos empleados de Rivian. Aunque hay gente de la marca implicada, Rivian no pinta nada oficialmente aquí. Esto es pura iniciativa privada llevada al extremo.
El protagonista es un Rivian R1T Quad Motor de 2022 con el paquete de batería Large de 131 kWh, suficiente para unos 505 kilómetros de autonomía EPA. Bien para el uso normal, pero ridículo para un Cannonball donde se va a alta velocidad. La solución llegó en forma de dos baterías procedentes de sendos Rivian siniestrados en pruebas de choque del IIHS. Estaban prácticamente nuevas y eran perfectas para lo que el grupo quería hacer: un extensor de autonomía casero.
Desmontaron las baterías y metieron 12 módulos en la caja del pick-up, que comparados con los nueve módulos de la batería original, más que duplicaban la capacidad total, hasta los 310 kWh. Con un consumo medio aproximado de 31.2 kWh a los 100 km, el conjunto rozaba unos 992 kilómetros de autonomía teórica. Una auténtica barbaridad.
Ahora bien, lo complicado no era solo colocar los módulos, sino hacer que funcionaran. El equipo consiguió un convertidor bidireccional de alta potencia que lo hacía posible. Diseñaron además una caja de conexión para integrarse en el cableado de alto voltaje entre la batería principal y los motores. Todo ello parecía más propio de un taller de prototipos que de un garaje particular.
La refrigeración extra también dio juego: radiador pequeño, bomba de agua sencilla… y cubitos de hielo. Literalmente. Así mantenían el sistema a raya. El extensor, además, podía cargarse por separado en un cargador rápido y enviar energía a la batería principal cuando hiciera falta.
El plan final era claro: ir a por el récord eléctrico del Cannonball Run. Google Maps dice que, respetando límites, un coche normal necesita unas 42 horas. El récord absoluto, de un Audi S6 modificado, está en 25 horas y 39 minutos desde 2020. El récord eléctrico lo marcó un Porsche Taycan de serie el año pasado con 39 horas y 29 minutos.
Lamentablemente, el primer intento con el Rivian modificado acabó en fracaso: un temporal tremendo y una batería adicional sin proteger frente a la lluvia les obligó a abandonar. Pero el equipo no se rindió. Un año después, con todo más pulido y revisado, volvieron a intentarlo.
Según avanza Robert Dunn, un nuevo vídeo está al caer. Y en él sabremos por fin si este Rivian R1T dopado hasta las cejas se ha convertido en el nuevo rey eléctrico del Cannonball.
