
Audi prepara un nuevo coche eléctrico que heredará el espíritu del A2
Audi prepara un nuevo coche eléctrico compacto que tomará el relevo de dos modelos actuales, el A1 y el Q2. Su diseño recuerda a un modelo adelantado a sus tiempos, el A2, y promete ser una de las claves del futuro eléctrico de la marca de los aros.

Audi ha iniciado las pruebas de un nuevo coche eléctrico de acceso, un modelo que llegará en 2026 y que supondrá el final de la vida comercial del A1 y del Q2. Con esta jugada, la marca busca simplificar su catálogo y reforzando su apuesta por una oferta más clara y directa en el sector del coche eléctrico.
El prototipo ya ha sido avistado rodando en carretera, dejando entrever un diseño que recuerda al actual Q4 e-tron, pero con ciertos guiños al peculiar Audi A2 que la firma lanzó entre 1999 y 2005. El aspecto general mezcla proporciones de compacto y crossover, con un volumen contenido que lo convertirá en el coche eléctrico más pequeño de la marca.
Aunque todavía no está confirmado, Audi podría rescatar el histórico nombre A2 para bautizarlo, algo que no descarta su consejero delegado, Gernot Döllner. El directivo ha subrayado que este movimiento encajaría con la estrategia de ofrecer un producto premium en un segmento donde pocos fabricantes apuestan por diferenciarse.
Audi A2 etron: plataforma compartida y ambición premium

La base técnica del nuevo modelo será la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, la misma que utilizan coches eléctricos como el Volkswagen ID.3, el Cupra Tavascan, el Ford Capri eléctrico o el propio Audi Q4 e-tron. Por tamaño y concepto, el nuevo Audi tendrá mucho en común con el Skoda Elroq, aunque con un planteamiento más refinado.
El Skoda se ofrece con baterías de entre 58 y 79 kWh, con autonomías que alcanzan hasta 580 km en una sola carga, y también se espera la llegada de versiones deportivas con más de 300 CV. Por lo tanto, es de esperar que Audi no busque reinventar la rueda y es más que posible que replique estas configuraciones, pero con un enfoque más premium en acabados y equipamiento.
Döllner lo resumió con claridad: “No hay muchas marcas capaces de ofrecer un verdadero coche premium en el segmento A, y Audi sí puede hacerlo”.
Una reestructuración estratégica

La decisión de sustituir dos modelos (A1 y Q2) por un único coche eléctrico responde a una estrategia de simplificación dentro de la gama. Según la marca, esto permitirá centrar los recursos en un número menor de productos, optimizar desarrollos y reforzar la identidad de cada modelo.
Audi dejará los segmentos más pequeños a otras marcas del grupo, como Volkswagen, Cupra y Skoda, que lanzarán modelos equivalentes como el VW ID Polo, el Cupra Raval o el Skoda Epiq. De esta forma, Audi pondrá el foco en una gama más compacta, dirigida a un público que busca coches eléctricos con un posicionamiento premium claro y un diseño diferenciado.
La incógnita ahora es cuándo se desvelará el nombre definitivo de este nuevo coche eléctrico y cómo se posicionará en relación con los actuales A3 y Q3, a los que complementará en tamaño y precio. Lo que parece seguro es que será clave para consolidar la nueva identidad de Audi en la era eléctrica.