
BMW se enfrenta a su propio dieselgate con una demanda colectiva en Países Bajos por manipulación de emisiones
La asociación de consumidores de Países Bajos ha demandado a BMW por presunto uso de software que falseaba las emisiones reales de sus coches diésel. La acción se dirige a cerca de 100.000 unidades vendidas entre 2009 y 2019, que habrían presentado niveles de contaminación mucho más altos en conducción real que en las pruebas de homologación. ¿El inicio de un nuevo dieselgate?

La organización de consumidores neerlandesa Consumentenbond ha anunciado que emprenderá una demanda colectiva contra BMW por presuntamente haber falseado los datos de emisiones de un número aproximado de 100.000 vehículos vendidos en los Países Bajos.
Según la asociación, varios estudios apuntan a que se instaló un software en los coches diésel de BMW, y también de su marca MINI, que mostraba emisiones reducidas de óxidos de nitrógeno (NOₓ) durante los ensayos oficiales de homologación. Sin embargo, en condiciones de circulación normal, estos vehículos presentaban valores de contaminación alarmantes.
La demanda afecta a todos los coches diésel de las marcas BMW y MINI comercializados en los Países Bajos entre el 1 de enero de 2009 y el 1 de septiembre de 2019.
La directora de Consumentenbond, Sandra Molenaar, ha declarado que “es vergonzoso que BMW haya engañado tanto a los organismos de control como a los consumidores”. Por su parte, la fundación Stichting Car Claim, que actúa junto a la asociación de consumidores, exige que BMW retire los coches implicados, los reacondicione para que cumplan realmente con los requisitos de emisiones en uso normal, y compense a los conductores afectados.

BMW respondió indicando que había tenido conocimiento de las acusaciones a través de los medios de comunicación, pero que aún no se ha presentado ninguna demanda formal. El portavoz del fabricante, Andrew Mason, añadió: “por tanto, no conocemos los cargos específicos que Car Claim ha formulado en su denuncia”.
Este caso representa una nueva fase del escándalo de emisiones conocido popularmente como “dieselgate”, que comenzó en septiembre de 2015 cuando Volkswagen admitió haber instalado software que manipula los resultados de los test de emisiones en millones de vehículos.
En los estudios presentados contra BMW, se menciona que los valores reales de NOₓ bajo condiciones reales podrían ser hasta 5 a 10 veces superiores a los detectados durante las pruebas de laboratorio.
Lo que está en juego para los propietarios es doble: por un lado que sus vehículos cumplieran con lo prometido y declarado, y por otro que queden sometidos a medidas correctoras como actualizaciones, llamada a revisión o compensaciones económicas.
En comparativa con casos anteriores, en la acción contra Volkswagen se establecieron indemnizaciones que oscilaban entre 300 euros y 2.500 euros por vehículo. En el caso de BMW podría esperarse que las cifras fueran incluso más altas, dado el nivel de precio de sus modelos. Algo que sumaría una cifra más que importante si tenemos en cuenta que hablamos de toda una década de ventas.
Un nuevo proceso que puede afectar a una de las marcas que mejor estaban enfrentando la transición al coche eléctrico, y que ahora se tendrá que defender de unas duras acusaciones, y las posibles consecuencias tanto en imagen como económicas.
Fuente | Consumentenbond


