
Este Tesla Model 3 tiene más de 400.000 km y su batería sigue al 90%
No pasa un día en el que no escuchemos a un crítico con el coche eléctrico con sus mitos sobre la duración de la batería. Pero cada vez hay más unidades en la carretera y cada vez estos logran alcanzar cifras de kilometraje más elevados para desmontar estas mentiras. El penúltimo ejemplo es un Tesla Model 3 con batería LFP que ha superado los 400.000 km con su batería original, manteniendo la capacidad de la misma prácticamente intacta.

La historia tiene lugar en Australia, y el protagonista es un Tesla Model 3 de tracción trasera del año 2021, Standard Plus, que utiliza para el servicio de VTC en su localidad, y cuyo propietario hace unos días publicó los detalles del kilometraje y estado de la batería en las redes sociales, volviéndose viral a los pocos minutos. Más de un millón de personas han visto los datos, y solo en el grupo de Facebook donde se compartió ha cosechado casi 3.000 “me gusta” y cientos de comentarios.
Este modelo, que mantiene su motor y batería originales, lleva recorridos 410.000 km y su pack LFP de 60 kWh (brutos) mantiene entre el 88 y el 90% de su capacidad original según un análisis de un taller especializado en coche eléctricos.
El coche entró precisamente en este taller por una vibración al acelerar, pero la visita sirvió para recopilar datos técnicos clave. El propio propietario autorizó compartir la información del sistema de gestión de la batería (BMS), que fue publicada por los responsables del establecimiento.
Ahorros de combustible y mantenimiento que marcan la diferencia

El análisis no se quedó solo en repasar los km recorridos o el estado de la batería. Aprovecharon para hacer cálculos comparativos entre este modelo y un coche térmico convencional. Según los datos recogidos, el coche ha consumido 15.556 kWh en carga rápida (29% del total) y 38.012 kWh en carga lenta (71% del total).
En un vehículo de gasolina con un consumo medio de 7 L/100 km, recorrer 410.000 km habría costado cerca de 44.000 euros en combustible. Esto teniendo en cuenta el coste medio de la gasolina en los últimos 5 años en España que nos da una media de 1.54 euros el litro. Datos de Clickgasoil.
Por su parte, cargar el coche eléctrico ha supuesto unos 20.737 euros si toda la energía se hubiera comprado a tarifas estándar: 0,60 euros/kWh en carga rápida y 0,30 euros/kWh en carga lenta. Pero usando la tarifa especial para coches eléctricos de Australia, que baja la carga doméstica a 0,09 euros/kWh, el coste total se reduce hasta aproximadamente 13.000 euros. Con estos datos, teniendo en cuenta las tarifas energéticas en Australia, el coche eléctrico ha supuesto solo en costes de repostaje/recarga se ha ahorrado en estos cuatro años 31.000 euros.

Y eso sin tener en cuenta el coste del mantenimiento. "Esto no incluye todo lo que necesita un coche térmico: cambios de aceite, frenos, filtros de partículas, válvulas EGR o inyectores", recordó el responsable del taller.
Otro dato curioso es el motivo de la visita al taller. Un fallo que la propia marca quiso presupuestar a distancia, sin ver el coche, según los responsables del taller que ha visto el coche, tras elevar el vehículo, el fallo quedó claro: los soportes del motor estaban completamente desgastados, lo que provocaba las vibraciones. Tras siete horas de trabajo y un recambio de 130 euros en silentblocks más la mano de obra, el coche volvió a rodar como el primer día.
En los comentarios de la publicación, otros usuarios compartieron casos similares, algunos con más de 100.000 km sin apenas degradación, y tanto o más importante, con el motor y las baterías originales.
Este caso australiano se convierte así en una referencia real sobre la durabilidad real de las baterías, especialmente las robustas LFP. Incluso en escenarios de uso intenso. No es un experimento de laboratorio ni una promesa de marketing: es la prueba real y palpable de que el coche eléctrico puede ser mucho más duradero y rentable de lo que muchos piensan.
Fuente | Facebook