
Estas son las marcas de coches que podrían desaparecer en los próximos años
Expertos del sector automovilístico advierten del colapso de varias marcas tradicionales en Europa ante la presión china y la transición eléctrica. El futuro del automóvil se reconfigura y son varios los que podrían no soportar la presión y tener que bajar la persiana.

La industria del automóvil vive uno de los momentos más inciertos de su historia. La llegada masiva de nuevas marcas, especialmente desde China, y la transición hacia el coche eléctrico están provocando una auténtica tormenta perfecta que amenaza la supervivencia de muchas marcas tradicionales. Según varios expertos del sector, algunas de las enseñas más conocidas podrían desaparecer en los próximos años.
Benny Christensen, consultor técnico en la asociación del automóvil de noruega (NAF) lo tiene claro: “No es seguro que marcas como Volvo, Ford o incluso algunas del grupo Stellantis sigan existiendo en cinco años. La industria está en una situación límite”. Entre las marcas que podrían desaparecer o reducir su presencia menciona a Citroën, Opel, Mitsubishi, Nissan o Subaru.
Christensen también apunta a las múltiples marcas chinas que han desembarcado en Europa sin un modelo de negocio sostenible. “Muchas de ellas no sobrevivirán si no consiguen ventas significativas en los próximos años”. Tesla, pese a su posición dominante en el mercado eléctrico, tampoco escapa al escepticismo. “Es una marca impredecible. Puede acabar siendo una de las grandes… o desaparecer”.
La presión no solo viene del este. Jon Winding-Sørensen, veterano periodista de Bilforlaget, destaca que “ya no se compran coches por pasión, sino por necesidad de movilidad. Y muchas marcas no están preparadas para ese cambio de mentalidad”.

Además del cambio cultural, la realidad económica pesa. “Muchas marcas tienen un flujo de caja débil y pocos recursos para desarrollar nuevos productos”, apunta Winding-Sørensen. El experto alerta especialmente sobre los fabricantes con una red de posventa débil. “Cuando una marca desaparece, los recambios se vuelven un problema… y eso espanta a los compradores”.
Robert Næss, director de inversiones del banco Nordea y dueño de un concesionario de coches usados en Noruega, comparte la visión de Christensen. “Veremos menos marcas en el futuro. Incluso las que sobrevivan, podrían acabar en manos chinas o fabricadas fuera de Europa. Eso no es necesariamente malo para el comprador, pero cambiará el panorama completamente”.
Næss cita como ejemplo a Volvo, hoy bajo control chino. Cree que otras marcas podrían seguir el mismo camino y que incluso así no habría que temer por la posventa, siempre que se trate de fabricantes consolidados. Eso sí, hay excepciones que ya preocupan. KGM (antes SsangYong) es la única marca vendida actualmente en Noruega cuyo propietario principal se encuentra en dificultades financieras.
En resumen, los próximos años serán claves. La electrificación y la entrada de nuevos actores está sacudiendo los cimientos de la industria. No todas las marcas aguantarán la sacudida. Ahora, queda saber cuáles caerán.
Fuente | NAF