¿Otro error estratégico? Europa frena su industria de baterías para coches eléctricos

Europa pierde impulso en la carrera por las baterías al excluir subsidios directos en su nuevo marco de ayudas. EE. UU. y China aceleran, mientras Bruselas opta por mecanismos lentos y complejos. Transport & Environment advierte del riesgo de deslocalización industrial y pérdida de competitividad.

¿Otro error estratégico? Europa frena su industria de baterías para coches eléctricos
Fábrica de baterías

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Publicado: 27/06/2025 15:17

Actualizado: 27/06/2025 15:18

El reciente marco europeo de ayudas estatales para el Pacto Industrial Limpio (CISAF) ha sido recibido con una mezcla de escepticismo y frustración por parte del sector de las baterías para coches eléctricos. Anunciado oficialmente el 25 de junio de 2025, el texto final ha dejado fuera un elemento clave para impulsar la industria: los subsidios directos a la producción de baterías. Un movimiento que, según la organización Transport & Environment (T&E), puede tener consecuencias graves para la competitividad europea en un sector estratégico.

Mientras Estados Unidos multiplica sus gigafábricas gracias a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y China mantiene su política de ayudas masivas, Europa ha optado por un sistema más rígido, basado en apoyos a la inversión y en la participación estatal en empresas. Pero este enfoque sigue sujeto a una maraña de criterios y autorizaciones que ralentizan la ejecución y desincentivan la implantación de nuevas fábricas.

Para William Todts, director de T&E, la única vía eficaz para ganar terreno frente a las potencias globales es la introducción de ayudas directas a la producción de baterías. El actual sistema, centrado en decisiones “caso por caso”, es insuficiente ante la magnitud y la urgencia del desafío.

Northvolt-3
Planta de Northvolt en proyecto

Mientras Bruselas sigue ajustando los marcos legales, otros bloques avanzan a toda velocidad. En Estados Unidos, los subsidios directos han sido el principal argumento para atraer inversiones multimillonarias, y China lleva más de una década asegurando su liderazgo con políticas industriales contundentes. La consecuencia inmediata en Europa: proyectos que se ralentizan, se trasladan fuera del continente o se abandonan directamente.

La esperanza está ahora puesta en la próxima ronda del Fondo de Innovación y Competitividad, aunque este instrumento no estará plenamente operativo hasta 2028. Una fecha que muchos consideran demasiado lejana, sobre todo si tenemos en cuenta que algunos de los primeros actores del sector en Europa ya están empezando a tirar la toalla.

Además, la contradicción es flagrante: mientras se limitan las ayudas a la industria de baterías, se abren las puertas a subvencionar de forma directa el hidrógeno producido a partir de gas fósil, algo que, según T&E, socava los objetivos climáticos de la propia Unión Europea.

Fuente | T&E

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