
Por qué estos puntos de recarga en farolas a tres metros de altura son una solución perfecta
La expansión del coche eléctrico depende de muchos factures, entre los que está la red de carga pública. Una solución que no tiene una única bala de plata y que necesita un acercamiento desde diferentes ángulos. Tanto carga rápida, como también carga lenta. Esta solución permite abordar la segunda de una forma económica, y muy efectiva.

Se trata de una de las propuestas más originales, y a la vez efectivas, que hemos visto en los últimos años. Su nombre es bastante descriptivo, Voltpost Air, y es un sistema diseñado para convertir elementos del mobiliario urbano, como farolas, en cargadores públicos sin necesidad de obras complejas ni canalizaciones.
La principal innovación de Voltpost Air es su instalación rápida y económica, que permite colocarlo en postes de alumbrado, farolas, bolardos de tráfico, paredes e incluso techos. Esto reduce de manera drástica los costes de despliegue, ya que en apenas unas horas se puede poner en marcha un punto de recarga. Además, está disponible en versiones Solo o Doble, adaptándose a diferentes necesidades de carga en entornos urbanos con unas potencias que no se indican en la nota de prensa, pero que al ser carga de nivel 2 estará limitada a entre 11 y 22 kW como máximo.

Otro detalle clave es su resistencia frente al vandalismo y las inclemencias, ya que el sistema se monta a más de 3 metros de altura, fuera del alcance directo. Cuando el cliente quiere cargar, no tiene más que desbloquear la trampilla con el móvil o con una tarjeta, y bajará la toma para enchufar el coche. Cuando termina, desenchufa y el sistema de forma automática volverá a plegar la toma para que quede bien resguardada de los actos vandálicos y el desgaste por las inclemencias meteorológicas.
Voltpost Air ya se está desplegando en ciudades de Estados Unidos, con planes de expansión a otras regiones en los próximos meses. El objetivo es aprovechar infraestructuras existentes para acelerar la el ectrificación del transporte, reduciendo barreras de acceso y ampliando la red de carga pública sin necesidad de grandes inversiones o molestas obras, y además con una solución a prueba de vandalismo.
Fuente | Voltpost