
Skoda presenta el escultural Superb eléctrico que no se atreve a fabricar
El Skoda 100 fue el primer modelo de la marca en superar el millón de unidades producidas. Ahora, la compañía ha querido rendirle homenaje con una versión actualizada que, como no podía ser de otra forma, es eléctrica.

Este viernes nos hacemos eco de una nueva entrega de la saga Icons Get a Makeover de Skoda, una iniciativa a través de la cual la firma checa busca reinterpretar algunos de sus modelos más icónicos del pasado en clave moderna, pasándolos por el filtro de su actual lenguaje de diseño Modern Solid para convertirlos en eléctricos de carácter futurista.
Ya os hemos hablado de los Favorit, Felicia Fun, 110 R y 1000 MBX. Hoy le toca el turno al Skoda 100, que se fabricó entre 1969 y 1977. Este automóvil tiene el honor de haberse convertido en el primer modelo de la marca en superar el millón de unidades vendidas. En total se fabricaron 1.079.708 ejemplares de la saga 100/110, que sustituyó al anterior 1000 MB.
Nuestro protagonista era un sedán 'todo-atrás' (es decir, de motor y tracción traseros, como su predecesor). Equipaba un motor de cuatro cilindros y apenas 1 litro de cilindrada, el cual rendía 48 CV (35 kW). El posterior Skoda 110 montaba por su parte un 1.1 de 53 CV (39 kW), mientras que las versiones LS se acercaban a los 63 CV (46 kW). Aunque estas cifras puedan parecer algo pobres, no podemos perder de vista que se trataba de un vehículo de corte económico.
El diseñador Martin Paclt ha sido el encargado de reinterpretar sus líneas y traerlas a la actualidad, pues no ha querido apostar por una estética retro. Si bien ha respetado las proporciones del modelo original, que le confieren una silueta de sedán clásico, el show car hace gala de un aspecto ciertamente vanguardista, con algunos guiños como la rejilla trasera.

El nuevo Skoda 100 sigue teniendo el motor en posición trasera
Uno de los rasgos más llamativos es la ausencia de luna posterior, lo que permite que la superficie trasera refleje el lenguaje del frontal acristalado. "Es un pequeño intento de desafiar las normas establecidas. Sin duda, evocará emociones, y el diseño debe lograr precisamente eso". En su lugar nos encontramos con un sistema de admisión de aire para la mecánica.
"Incluso un vehículo eléctrico —ya que esta visión está concebida como un coche eléctrico— requiere refrigeración. Colocar la admisión por encima del techo resulta atractivo y dirige el aire eficazmente a los componentes ubicados detrás del habitáculo. Era lógico mantener la filosofía de motor trasero del Skoda 100 original".

La disposición 'todo-atrás' permite adelantar el eje delantero y crear un voladizo extremadamente corto. El maletero principal se sitúa bajo el capó, si bien también existe un segundo espacio algo más pequeño detrás. Es interesante señalar que la base del diseño es el actual Superb, buque insignia de Skoda.
"Me di cuenta de que el nuevo Skoda 100 debía ser un poco más grande, sobre todo más ancho, y que se asentara bien sobre las ruedas, algo absolutamente esencial". Al igual que el resto de integrantes de esta ilustre familia de iconos reimaginados, no hay planes para llevar el renacido Skoda 100 a producción.


