
¿Es más ecológico comprar un coche eléctrico nuevo que seguir utilizando uno de combustión?
La Oficina Federal de Energía de Suiza bloqueó la publicación de un estudio que confirma los beneficios del coche eléctrico frente a los modelos de combustión. La decisión, motivada por presiones políticas, ha desatado críticas por falta de transparencia y pone en evidencia lo frágil que sigue siendo la transición energética.

En un movimiento que ha generado un intenso debate interno, la Oficina Federal Suiza de Energía (SFOE) ha decidido no publicar un estudio que ella misma encargó y que respalda con contundencia los beneficios medioambientales del coche eléctrico frente a los modelos de combustión. La decisión, que responde a presiones políticas y temor a reacciones mediáticas, pone de relieve cómo la transición energética todavía enfrenta retos de las viejas estructuras políticas.
El informe, elaborado por la firma Infras y financiado con fondos públicos, tenía como objetivo resolver una pregunta clave en el debate sobre movilidad sostenible: ¿es más ecológico comprar un coche eléctrico nuevo que seguir utilizando uno de combustión? La respuesta, según el estudio, es clara: en más del 90% de los casos, el cambio al eléctrico reduce las emisiones de CO₂ de forma neta.
El estudio solamente añade una excepción, bastante lógica, y son los casos de los vehículos que apenas recorren kilómetros, y donde es más sostenible mantener el de combustión. Pero se trata de una parte mínima de todo el mercado.

Estas conclusiones no son nuevas ni aisladas. Otros estudios en países europeos ya han confirmado que, incluso teniendo en cuenta la fabricación de la batería, el coche eléctrico es más respetuoso para el medioambiente en todo su ciclo de vida que los de combustión. Por eso sorprende aún más que la SFOE haya evitado difundir el documento, justificando que “no respondía claramente” a la pregunta inicial. Una postura que ha sido ampliamente cuestionada por expertos y medios suizos.
Según se ha filtrado, la decisión de mantener el informe en un cajón se tomó por miedo a las críticas de sectores políticos, especialmente desde la derecha populista, que podría acusar al gobierno de imponer una agenda “reeducadora”. Este temor superó el interés científico y el deber institucional de informar al público sobre una cuestión clave en la lucha contra el cambio climático.
El bloqueo ha generado indignación entre organizaciones medioambientales, parlamentarios y parte del sector científico, que recuerdan que el estudio fue pagado con dinero público, costando 106.000 euros.
Desde diferentes estamentos y organizaciones reclaman al gobierno suizo transparencia y denuncian que decisiones basadas en temores políticos debilitan la credibilidad de las instituciones. Mientras tanto, Suiza se aleja de su objetivo de que el 50% de los nuevos coches vendidos en 2025 sean 100 % eléctricos, una meta que parece difícil de alcanzar si se entorpece la comunicación sobre los beneficios de esta tecnología.
Fuente | Republik