
Xpeng sufre un revés con su proyecto de coches voladores tras un doble accidente
Dos prototipos del proyecto de vehículos eléctricos voladores de Xpeng chocaron durante una demostración en China. Un duro revés a uno de los proyectos más ambiciosos del fabricante chino en su apuesta por diversificar más allá de los coches.

El suceso, que ha tenido durante una demostración en Changchun, dos de los prototipos eVTOL colisionaron en pleno vuelo lo que terminó con al menos un pasajero trasladado al hospital.
De momento, la compañía no ha emitido un comunicado oficial, por lo que la causa del accidente sigue sin aclararse. No se sabe si fue un fallo técnico, un error en la planificación de la ruta o simplemente un fallo humano. Lo que sí parece claro es que el suceso pone sobre la mesa los retos de seguridad que supone la operación de este tipo de aeronaves en entornos de baja altitud.
Xpeng Aeroht, fundada en 2013, ha centrado sus esfuerzos en diferentes áreas de movilidad aérea: desde módulos voladores hasta sistemas de despegue y aterrizaje vertical eléctrico. En 2024 sorprendió al mundo con el Land Aircraft Carrier (LAC), una especie de “portaaviones terrestre” capaz de desplegar un eVTOL y que acumuló más de 2.000 pedidos con un precio cercano a los 2 millones de yuanes (unos 261.000 euros). El pasado 11 de septiembre recibió un permiso especial de vuelo en Emiratos Árabes Unidos, lo que confirmaba la seriedad de su apuesta.

El incidente ha ocurrido a pocos días del inicio oficial del Air Show de Changchun 2025, previsto para el 19 de septiembre, donde Xpeng pretendía exhibir sus avances. La suerte, dentro de la gravedad, ha sido que la colisión se produjo en los vuelos de ensayo, sin público presente.
Los eVTOL de Xpeng cuentan con la posibilidad de volar en modo autónomo o controlados manualmente. Pueden mantener entre 5 y 6 vuelos completos con una sola carga, ofrecen una cabina panorámica de 270 grados y se manejan con un único control tipo palanca. Están diseñados para operar en altitudes de entre 300 y 500 metros, lo que los hace especialmente sensibles a cualquier error de cálculo o interferencia en ruta.
De momento, no hay más datos sobre el estado de los aparatos ni sobre el protocolo que seguirá la compañía. El accidente, aunque sin víctimas mortales, supone un recordatorio de que el camino hacia la movilidad aérea urbana no estará exento de contratiempos.


