Rinspeed XchangE Concept

Como cada año, el diseñador suizo Rinspeeed acudirá al salón de Ginebra con un nuevo juguete bajo el brazo. En esta ocasión no se trata de un coche submarino, o un remolque extensor de autonomía para el Smart.

Para esta edición la idea ha sido coger uno de los mejores coches del mercado, el Tesla Model S, y añadirle algunas de las funcionalidades que veremos en el futuro, como la conducción autónoma. Pero no contentos con esto, han ido un paso más allá y han pensado como debería ser el interior de los coches, cuando estos sean capaces de conducirse por si mismos.

El resultado es un coche capaz de convertirse en una pequeña sala de estar sobre ruedas. Un espacio donde relajarnos o trabajar, aprovechando mejor el tiempo que en estos momentos dedicamos a la conducción. En el interior destaca la ausencia de la clásica pantalla de 17 pulgadas, que ha sido sustituida por dos pantallas de menor tamaño.

Pero esto no quiere decir que el Model S de Rinspeed no tenga una pantalla de grandes dimensiones en su interior. En la parte trasera se ha instalado un panel de 32 pulgadas con resolución 4k. De esta forma el conductor y su acompañante podrán disfrutar de los contenidos multimedia mientras se dirigen hacia su destino.

Rinspeed también ha querido darle un toque diferente al exterior. Los cambios no son dramáticos, y básicamente se ha respetado la propuesta del modelo de serie. Se ha añadido una cobertura al techo, que además de un aspecto más brillante, se supone que permitirá mejorar la climatización cuando el calor apriete, pero dejando pasar al mismo tiempo una importante cantidad de luz al interior. También podemos ver unas llantas de 20 pulgadas diseñadas por el fabricante Borbet, además de un color exterior exclusivo.

Por supuesto, como es habitual se trata de un simple concepto. Un diseño pensado para abrir nuevas vías en el mundo de la automoción, pero que no llegará a corto plazo al mercado. Algún día los coches se moverán por su cuenta, pero para eso todavía faltan unos seis años como mínimo, la cuestión es saber cuantos años tendrán que pasar para que nosotros nos fiemos de que el coche tome el control.

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