Son muchas las cosas que el escándalo de las emisiones de Volkswagen está provocando. La primera es que mucha gente ha sido consciente por primera vez del cachondeo de los sistemas de medición de consumo y emisiones, que se realizan en un laboratorio en condiciones irreales.[blocktext align=»right»]A Volkswagen le costará más manipular las emisiones en Estados Unidos, que el programa eléctrico de Nissan y Renault y la Gigafábrica de Tesla…juntos
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Mientras que en Europa estamos esperando a ver que nos dicen que tenemos que hacer desde Alemania, en Estados Unidos ya se han puesto manos a la obra y en breve comenzarán a cambiar los laboratorios por la calle. La Agencia de Protección Medioambiental (EPA) ha confirmado que en 2016 empezará a realizar mediciones de consumo y emisiones mediante pruebas en condiciones reales. Un formato más complejo que el laboratorio, ya que obliga a acarrear algunos sistemas de medición en el propio coche, pero que dará resultados mucho más cercanos a la realidad.
El objetivo será evitar engaños como el que hemos vivido por parte de Volkswagen, que como recordamos el pasado mes de septiembre fue pillado manipulando las emisiones de sus vehículos, con el consiguiente impacto para la salud pública.
Pero además de las emisiones, el nuevo sistema de medición servirá para lograr consumos más reales. Algo que tiene su impacto en los coches eléctricos cuyas cifras reales muchas veces distan demasiado de las oficiales. No hay más que echar un vistazo a las tablas de nuestro querido sistema europeo NEDC, donde podemos ver diferencias del 30% con las mediciones del sistema americano EPA, que muchas veces también tiene sus diferencias con la realidad.
Vía | NYT
