Debate. ¿Deben los coches eléctricos pasar por las revisiones anuales?
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Publicado: 12/02/2017 10:00
Una de las principales razones que nos venden de los coches eléctricos, es su menor dependencia de los servicios técnicos y los mantenimientos. Algo fruto de un sistema mucho mas sencillo que apenas necesita cuidados desde el punto de vista mecánico. Pero a pesar de esto, cada año o cada x kilómetros tenemos que rendir igualmente una visita obligatoria al taller oficial.
La cuestión es que esta visita supone una molestia ya que nos obliga a tener que ajustar la agenda de ese día a llevar el coche al concesionario. Algo que para muchos es un verdadero trastorno al quedar la concesión lejos de su vivienda o lugar de trabajo. Luego está el continuar con su vida sin el coche, que para muchos no es posible, y ante lo que los talleres no suelen responder correctamente, como sería con un coche de sustitución.
Y todo esto para en el peor de los casos, sustituir el filtro del aire, mirar los niveles de líquidos como el refrigerante o el limpiaparabrisas…y poco más. Operaciones que no necesitan una visita anual. Una rutina que además tiene un coste, en muchos casos barato, como pueden ser las vistas a los talleres de Renault, 35 euros la segunda revisión, pero en otros casos pueden ser algo más caros, como los 100 euros que pide Nissan por la revisión anual. Precios que dependen de la concesión, y que pueden variar de forma notable de unas zonas a otras.
El problema es que si no pasamos estas revisiones, aunque al coche no le vaya a suceder nada, si podríamos tener algún problema con la garantía. También nos quedará el aviso de revisión en el cuadro de mandos, que en algunos casos supone una molestia para el conductor por su elevada luminosidad por las noches. Algo realmente absurdo.
Como ejemplo de esto los ciclos de revisiones de modelos como el Nissan LEAF o el Renault ZOE, que obligan a los usuarios a pasar por el taller cada 12 meses, o 30.000 kilómetros. Lo que suceda antes. Una molestia casi anual para la mayor parte de los usuarios, pero algo bastante más habitual para los profesionales.
Unos profesionales que precisamente han sido atraídos al coche eléctrico por promesas como un menor coste operativo, y también menor dependencia de los talleres a la hora del mantenimiento. Y en el caso de los profesionales, el tiempo es oro.
Por lo tanto, la conclusión es que los fabricantes deberían flexibilizar las visitas de sus coches eléctricos al taller para operaciones de mantenimiento rutinarias. No hablamos del mantenimiento de piezas de desgaste, como ruedas y demás. Algo que debería suceder como pronto cada 2 años en el caso de que el vehículo ruede menos de 20.000 kilómetros al año, o cada 4 años si el vehículo hace 10.000 kms al año o menos.
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