Muchos podríamos pensar con bastante fundamento que el conductor de un coche eléctrico es un cliente muy interesante para las aseguradoras. El perfil suele ser de alguien preocupado por el medio ambiente, y por la eficiencia. Algo que le lleva a conducir de una forma más tranquila que la media. Y eso supone una conducción más segura.
Pero las aseguradoras de Estados Unidos no parecen manejar los mismos datos. Según parece, los propietarios de un Tesla y con un seguro en la American Automobile Association (AAA) han visto como sus pólizas se incrementaban nada menos que un 30%. Esto choca tanto con lo que hemos dicho al principio, conductores preocupados por la eficiencia, pero también en el caso de Tesla, con que se trata del coche más seguro del mercado según la agencia de tráfico local, la NHTSA.
La adopción de sistemas de seguridad activa y pasiva, como el sistema de frenada automática, aviso de cambio de carril, aviso de objetos en el ángulo muerto…e incluso el Autopilot, permiten mejorar de forma importante la seguridad para el conductor.
La razón de las aseguradoras para este repentino aumento de precio parece estar en las estadísticas. Según estas, el Tesla Model S, de un sólo motor y tracción trasera fabricado entre los años 2014 y 2016, cuenta con una tasa de accidentes un 46% por encima de la media en su segmento (Audi A6, Volvo XC70, BMW Serie 5, y Mercedes Clase E) Por su parte el Model X se ha colocado según esta estadística un 41% por encima.
Por su parte desde Tesla se ha indicado que las aseguradoras han tomado datos erróneos a al hora de comparar sus vehículos. El fabricante asegura que si se hubiera comparado con los modelos correctos, el resultado habría sido muy diferente.
Está claro que la reparación de un modelo de Tesla puede ser extremadamente costoso, sobre todo por su cuerpo de aluminio. De echo, el Model X según estos datos es un 89% más caro de reparar que un modelo rival. Pero sin duda la parte más importante es la relacionada con los daños personales, que suelen acarrear facturas a las aseguradoras mucho más abultadas que los daños materiales.
Según recuerda Tesla, según la agencia de seguridad en la carretera de Estados Unidos, NHTSA, el Model S tiene la menor probabilidad de lesión en su segmento. Algo que supone menores posibilidades de daños personales, y por lo tanto menos riesgo para las propias aseguradoras.
A la vista de estos datos, desde Tesla se ha indicado que están trabando con algunas aseguradoras para ofrecer a sus clientes unos precios más competitivos. Unas compañías que valorarán de una forma correcta toda la oferta en medidas de seguridad que ofrecen los vehículos del fabricante norteamericano, y que sin duda beneficiarán a sus clientes.
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Vía | Diariomotor
