Esta semana el presidente de la Alianza formada por los fabricantes Renault, Nissan y Mitsubishi, Carlos Ghosn, ha concedido una interesante entrevista donde pone sobre la mesa el importante paso que están preparando dentro del sector del coche eléctrico.
Después de ser los primeros en apostar por una producción en masa de coches eléctricos de precios más o menos populares, a pesar de las muchas dificultades como la poca experiencia, el poco desarrollo de las baterías, y los elevados precios, ahora el mercado ha madurado y como ejemplo la incorporación de prácticamente todas las marcas.
Unos inicios tempranos que según el propio Ghosn, ahora les permite contar con algo de ventaja sobre el resto de fabricantes. Una experiencia que el presidente del grupo valora como un tesoro, y que espera les sirva para crear una nueva generación no sólo con más capacidades, sino más económicos y rentables para las marcas.
Una nueva generación que hace unas semanas ha sido confirmada dentro de un plan de seis años donde se contempla el lanzamiento de hasta 12 nuevos modelos eléctricos en todo el mundo. Modelos que el presidente de la Alianza indica que no serán experimentos ni pruebas, serán modelos de volumen que tendrán que producir beneficios para el fabricante.
Una economía de escala que será la clave del proyecto, ya que permitirá reducir costes de producción, y lanzar propuestas más económicas. A esto ayudará las sinergias que pondrán en marcha la tres marcas que ahora forman parte de esta Alianza. Renault-Nissan y Mitsubishi.
Tres nombres que hasta ahora prácticamente habían circulado de forma independiente, pero que en los próximos años sumarán fuerzas en aspectos como la compra de baterías, componentes de la electrónica, compartirán también plataforma, y todo permitirá lograr un importante ahorro económico, y de nuevo, mejores precios de venta.
Según el Sr Ghosn «Para mi era obvio fabricar coches eléctricos en 2008, ya que el primer que se moviese en esta dirección tendría beneficios en aspectos como valor de marca, pero también disfrutaría de una ventaja en la producción en masa«.
El objetivo para Renault es lograr el volumen suficiente como para lograr que antes de 2020 los precios de los modelos eléctricos igualen a sus equivalentes con motor de combustión. Algo para lo que será necesario acelerar de forma intensa la economía de escala, pero también poner en el mercado opciones de bajo coste.
Algo que ya preparan con la vista puesta en los mercados emergentes, donde lanzarán una versión eléctrica del Kwid, que esperan logre un precio de unos 8.000 dólares. Sin duda, un punto de inflexión que empujará toda la cadena de valor de la Alianza y de lo que se beneficiarán incluso los mercados que no vayan a recibir al propio Kwid.
Y para Europa, el objetivo es poner a la venta la nueva generación del Renault ZOE en 2019, que marcará un hito importante gracias a aspectos como un nuevo diseño, un sistema más eficiente, una batería de mayor capacidad, y sobre todo un precio que se debería situar por debajo del actual modelo. Antes deberíamos ver la llegada de la versión de 60 kWh del Nissan LEAF, que debería desembarcar antes de terminar el 2018 y que también supondrá un importante impulso a las ventas, y añadir más velocidad a la economía de escala.
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Vía | Autonews
