Se hacen públicos todos los detalles del atropello mortal que involucró a un Volvo autónomo de Uber

El pasado 18 de marzo, un Volvo XC90 autónomo de Uber se vio involucrado en Arizona en un atropello que resultó en el fallecimiento de una ciclista. Tras una gran polémica respecto a la seguridad de los coches autónomos y semanas de investigación, las autoridades han revelado las circunstancias completas del accidente.

Así, se ha podido saber que el coche detectó un objeto en la carretera seis segundos antes del choque. En un informe preliminar publicado por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), se puede ver que el software del vehículo clasificó a la ciclista Elaine Herzberg, de 49 años, primero como un objeto desconocido, después como un vehículo, y finalmente como una bicicleta.

Sólo 1,3 segundos antes de la colisión, el sistema de conducción autónoma determinó que se necesitaba una frenada de emergencia. Sin embargo, este tipo de maniobra no está habilitada cuando el coche está en modo de conducción autónoma, confiando el sistema en que el operador humano intervenga y frene (al ser vehículos de test, todos los vehículos autónomos de Uber tienen un operador para monitorearlos).

El sistema incomprensiblemente no está diseñado para alertar al conductor de acuerdo con el informe de NTSB. El operador del Volvo declaró que había estado monitoreando la interfaz de la sistema de conducción autónoma antes del impacto. Él agarró el volante menos de un segundo antes del impacto, y comenzó a frenar menos de un segundo después del impacto.

La NTSB culpa parcialmente a la ciclista también, pues se llegó a la conclusión de que ella no miró en dirección del coche hasta justo antes del impacto. Además, su bicicleta no tenía reflectores laterales, cruzó la carretera en una sección sin iluminación y sin paso habilitado, y los resultados de la toxicología posteriores al suceso dieron positivo en metanfetamina y marihuana.

No se sabe todavía qué alcance tendrá este informa en las pruebas de coches autónomos de Uber, que hasta ahora han tenido más problemas que Waymo (Google) o General Motors en sus respectivos programas de conducción autónoma.

Fuente | Carscoops