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La petrolera BP compra la mayor red de puntos de recarga de Reino Unido

La petrolera británica BP ha confirmado la compra por 130 millones de libras del operador de puntos de recarga Chargemaster. Un movimiento que denota el cada vez mayor interés de las empresas relacionadas con los carburantes fósiles en diversificar su negocio hacia alternativas con más futuro.

En total la nueva empresa, denominada BP Chargemaster, cuenta con una red de 6.500 puntos de recarga públicos instalados en Reino Unido, a lo que suma su capacidad de desarrollo de nuevos productos, lo que según los responsables de la petrolera, les permitirá acelerar los pasos en la transición energética que se avecina.

Esto atiende a un crecimiento del mercado que los estudios de la propia BP indican que sólo en el mercado británico los coches eléctricos pasarán de los apenas 135.000 en 2017, a los 12 millones en 2040.

Según Tufan Erginbilgic, director ejecutivo de BP Downstream: «Si sumamos al mayor vendedor minorista de combustible del Reino Unido y la mayor compañía de carga de coches eléctricos, BP Chargemaster ofrecerá una oferta verdaderamente diferenciada para el creciente número de propietarios de vehículos eléctricos del país

Un movimiento que afianza a la petrolera en la búsqueda de nuevos mercados, y que hace pocos meses le levó a la inversión de 20 millones de dólares en la compañía israelí StoreDot, que ha desarrollado un sistema que potencialmente podría cargar un coche eléctrico en el mismo tiempo que tardamos a día de hoy en llenar el depósito de combustible de un vehículo a gasolina.

La inversión, de acuerdo con BP Ventures, estos movimientos forman parte de un esfuerzo por parte de la empresa británica para aprovechar el crecimiento de las tecnologías y de la infraestructura asociada a los vehículos eléctricos. “La carga ultrarrápida es el núcleo de la estrategia de electrificación de BP. Nos comprometemos a ser el proveedor de combustible preferido, independientemente del coche que conduzcan nuestros clientes”.

De esta forma BP se posiciona en el grupo de cabeza de una industria que hasta ahora se había comportado como el enemigo del coche eléctrico, y es que no olvidemos el informe publicado el pasado año por el Centro de Derecho Ambiental Internacional, que acusaba a las principales petroleras de comprar y bloquear tecnologías para la reducción de CO2, como las baterías de litio. Una actitud que parece por fin ha cambiado.

Vía | Energyvoice

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