¿Lograrán los fabricantes tradicionales imponerse a las nuevas marcas en el mercado del coche eléctrico?

¿Lograrán los fabricantes tradicionales imponerse a las nuevas marcas en el mercado del coche eléctrico?

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Publicado: 01/10/2018 10:56

Actualmente, Tesla es la marca que más coches eléctricos vende en todo el mundo, en parte gracias al enorme éxito del que está gozando el Model 3, su modelo más económico (aunque por el momento no se vende la versión de acceso Standard, sino la más costosa Long Range). Así, la marca californiana ha adelantado a fabricantes ya asentados desde hace décadas, como Nissan, General Motors, BMW o Volkswagen.

Además, Tesla no es la única marca dedicada al desarrollo y la fabricación de coches eléctricos que ha surgido en los últimos años. Así, de un tiempo a esta parte son numerosas las empresas (de origen chino la mayoría) que buscan introducirse en el hasta ahora inexpugnable mercado automovilístico mundial gracias al impulso del coche eléctrico. Podemos destacar entre otras a NIO, BYTON, Faraday Future, Lucid, Fisker

Los fabricantes tradicionales por su parte se están moviendo en muchos casos con mayor lentitud que estas nuevas y ágiles startups, algo por otra parte lógico teniendo en cuenta el enorme tamaño de estas corporaciones. Sin embargo, algunas como la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi llevan apostando una década por el coche eléctrico, y parten con ventaja respecto a otras como Toyota o Volkswagen en aspectos como la amortización o los costes de la tecnología.

Entre 2018 y 2021 asistiremos a la llegada de los primeros coches eléctricos de la inmensa mayoría de marcas del mercado, desde gigantes como Toyota hasta marcas más minoritarias como Subaru, Mazda o incluso Maserati. Sin embargo, algunas de las propuestas que van saliendo se quedan a medio gas, como es el caso del Mercedes-Benz EQC.

El modelo alemán ha decepcionado tanto a los medios como a numerosos internautas por lo conservador de su propuesta: con una batería de 80 kWh de capacidad, el SUV del segmento D logra una autonomía de 450 km bajo el poco realista ciclo de homologación NEDC. En condiciones reales, esto equivaldrá a poco más de 300 km por carga, una cifra que si bien sería aceptable en un compacto eléctrico como el Nissan LEAF, se queda muy corta para un modelo de corte lujoso como el EQC.

Sin embargo, tampoco hay que olvidar que los fabricantes tradicionales tienen a su favor una mayor experiencia fabricando coches, recursos económicos mucho más extensos, y una capacidad productiva capaz de ampliarse de forma más sencilla y económica que en el caso de empresas como Tesla, gracias a que cuentan con numerosas fábricas alrededor del mundo entero. Tampoco hay que olvidar que gracias a las sinergias de los grandes grupos (desarrollos, componentes y plataformas modulares compartidas, entre otras cosas), los ahorros de costes serán enormes a partir de cierto punto.

Por lo tanto, y a pesar de que algunas marcas como Tesla probablemente sobrevivan gracias a su temprana apuesta y clara ventaja tecnológica (la cual se irá diluyendo con el paso del tiempo), lo cierto es que probablemente los fabricantes tradicionales sean los que terminen imponiéndose gracias a su enorme ventaja en materia de costes, productividad y economía en general.