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La cara B del plan «Vehículo Nacional de Emisiones Cero» que General Motors propuso al gobierno de EEUU

Tal y como contábamos el pasado lunes, General Motors ha propuesto un plan al gobierno de los Estados Unidos para la electrificación del parque móvil, con una serie de medidas en todo el país que permita fijar un objetivo de 7 millones de coches eléctricos rodando por las carreteras de cara al año 2026. Este plan, llamado por la compañía «Vehículo Nacional de Emisiones Cero» (NZEV), pretende instar a los fabricantes a vender un mínimo de vehículos que sean híbridos enchufables o eléctricos puros.

Sin embargo, este plan propone a los 50 Estados que los ingresos de coches «cero emisiones» sean de, al menos, el 15% para 2025. Esto no significa, por tanto, que las ventas de coches eléctricos sean del 15%. Es más, esto se traduciría en unas ventas reales de este tipo de vehículos de menos del 5% para el año 2025, lo que haría que el ambicioso plan de GM se quedara reducido a menos de lo esperado.

Uno de los principales problemas de este plan es que chocaría frontalmente con otro plan más realista que se está llevando a cabo en el Estado de California, donde las ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables son ya del 6% en la primera mitad de 2018. Incluso en el conjunto del país, las ventas de este tipo de coches son ya superiores al 1’5%, aproximadamente el doble que en mismo periodo del año pasado, por lo que el aumento de ventas va a buen ritmo.

De hecho, los requisitos establecidos en el plan puesto en marcha por California y otros 9 estados son del 8% de ventas para el año 2025, superiores a las que marca el plan de General Motors. Así que, si este plan se implanta a nivel nacional, dejando sin efecto los planes llevados a cabo por los diferentes estados, rebajará las expectativas de ventas de coches «cero emisiones», con las consecuencias climáticas que supone.

Otro de los problemas que plantea es que GM solicita ayudas adicionales para coches eléctricos grandes, automáticos y los destinados a flotas de uso compartido. Si bien en principio estos vehículos pueden ayudar a reducir las emisiones contaminantes, la concesión de estas ayudas sin demasiado control (esta medida plantea varios vacíos legales) podría hacer caer las ventas al 3-4% en 2025 y al 4-6% previstas para 2030. Además, la concesión de subvenciones para vehículos más grandes puede hacer que las marcas lancen versiones menos eficientes de híbridos enchufables, con el consiguiente mayor uso de carburante.

En definitiva, el plan de General Motors por electrificar el parque móvil puede sonar muy ambicioso de cara a la galería, y aunque ciertas medidas puedan tener un efecto positivo sobre la mejora de la calidad del aire, existen demasiados huecos por los que las compañías pueden trampear las cifras de ventas a cambio de recibir las ayudas prometidas con el consiguiente efecto negativo sobre el medio ambiente.

Vía | Union of Concerned Scientists

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