Audi se ‘apretará el cinturón’ para afrontar la electrificación de su gama

La electrificación del automóvil está generando muchos movimientos en la industria, el más reciente, anunciado por Audi, cuyo CEO planea un programa de austeridad radical, «tenemos demasiados ejecutivos a bordo», sentencia Bram Schot, lo que da a entender que la antigua fórmula ganadora del grupo VW ya no genera los resultados esperados.

El Consejo de Supervisión de Audi reunió hace pocos días, esto quiere decir que el informe de gestión de 2018 es probablemente muy serio. En el tercer año de la crisis del diesel, las ventas están disminuyendo, los beneficios en mínimos, no hay duda, las perspectivas son sombrías. BMW, Mercedes y Tesla se apresuran, Audi debe reaccionar.

Por otro lado, Audi necesita miles de millones de euros para la movilidad eléctrica y su casa matriz apunta a la autogestión de los de Ingolstadt para afrontar esa etapa. El juez será el Bram Schot. El holandés, CEO de Audi desde diciembre, quiere terminar la miseria con un drástico programa de reestructuración. Su plan en una frase: Audi debería ahorrar un total de 15 mil millones de euros para 2022.

Bastante drástico debe ser el plan para alcanzar esos objetivos, Schot afirma que «no conoce ningún tabú» para empezar a andar por ese camino. Por lo tanto, un tercio de los motores actuales deben eliminarse y prescindir de, al menos, uno de cada diez puestos de dirección. Los caros turnos nocturnos en la planta de Ingolstadt también serán una fuente de ahorro.

Dado que la fuerza laboral goza de protección contra el despido hasta 2025, los recortes de empleos deben ser regulados por la jubilación parcial, anticipada y los pagos por despido. Esto requerirá esfuerzos económicos adicionales para la marca de los cuatro aros, por lo que exigirá muchas negociaciones y una hoja de ruta con pasos que se sigan al detalle.

«Por supuesto, los costes de implementación son demasiado altos», admite Schot. Para crear una conexión con la competencia, el sucesor de Rupert Stadler quiere acelerar hacia la transición hacia la movilidad eléctrica. Uno de cada cuatro vehículos de Audi debe ser eléctrico para 2025, Schot quiere alcanzar este objetivo «uno o dos años antes», mostrando su compromiso y ambición.

Parte de la estrategia se basará en colaborar todavía más con otras marcas del Grupo VW, Porsche, por ejemplo. La digitalización será otro punto clave según Schot, afirma que la marca necesitará más expertos en algunas áreas a medida que se desarrollen e incorporen tecnologías como la conducción autónoma. Esto traerá consigo nuevas líneas de negocio y optimización de la fuerza laboral.

«La marca también debe volverse más verde en el futuro», afirma Schot. Actualmente, Audi invierte 14 mil millones de euros en el futuro, especialmente en electrificación. «Pero eso aún no ha terminado, continuaremos con la pila de combustible», agrega el CEO de Audi. Puntualiza que Audi va a entrar en una dinámica de transformación constante.

Además, Schot quiere hacerse más fuerte en China y así otorgar aún más peso al principal mercado de Audi. Pero más que ventas, algo muy importante será el cambio cultural. Audi, hasta ahora caracterizado por estructuras de poder jerárquicas, debe ser más «abierto, femenino y más joven», comenta Schot. «Necesito la inteligencia colectiva de esta empresa {…} De lo contrario, perderé», agrega.

«Este mundo funcionará de manera completamente diferente en 2030 y 2040. La electrificación total llegará antes de lo esperado, y debemos avanzar en ese camino {…} Estoy 100% convencido de la movilidad sostenible. Funcionará si combinamos sostenibilidad y placer de conducción. La aceleración de un coche eléctrico es impresionante».

Vía | Handelsblatt