La prensa alemana acaba de filtrar una serie de documentos internos de Volkswagen con un interesante trasfondo, pues su título «Enfoques y sugerencias para mejorar la promoción de la movilidad eléctrica en Alemania» deja patente el interés del gigante automovilístico por la expansión del coche eléctrico, probablemente a raíz de la inversión masiva que han llevado a cabo en su programa de electromovilidad para esquivar las cuantiosas multas a las que se enfrentará si finalmente no puede cumplir con los estrictos límites de emisiones de la Unión Europea.
El director ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess, recientemente dejó claro que con los objetivos de emisiones previstos para 2030 los coches eléctricos tendrán que alcanzar una cuota de mercado del 40%. El documento filtrado expresa las propuestas de Volkswagen en materia de promoción del coche eléctrico y expansión de las redes de carga, pues consideran que los esfuerzos del gobierno y la industria alemanes son insuficientes para conseguir lograr los objetivos de emisiones previstos.
Así, Volkswagen propone la creación de un «fondo para la movilidad eléctrica», que ofrecería a los coches eléctricos de menos de 20.000 euros cargas gratuitas «y, por lo tanto, permitir el funcionamiento casi gratuito de los vehículos eléctricos de bajo coste». La financiación de este fondo debe ser proporcionada por el gobierno federal, los fabricantes y las compañías eléctricas.
También se propone que la promoción de coches eléctricos se lleve a cabo según su tamaño: los automóviles pequeños deberían promocionarse más; por ejemplo, un vehículo de 4 metros (segmento B) y 200 km de autonomía debería recibir una ayuda de 5.000 euros. Sin embargo, un modelo de más de 4,65 metros de largo (segmentos D, E y F) sólo recibiría 2.000 euros, algo que probablemente no haga demasiada gracia a Audi, pero tampoco a sus rivales Mercedes-Benz, BMW y Tesla.
Por otro lado, Volkswagen insta a dejar de promocionar la tecnología híbrida enchufable, en la que confían tanto Daimler (Mercedes-Benz) como BMW para lograr cumplir con los objetivos de emisiones. Así, estos dos fabricantes se verían en desventaja, pues Volkswagen apunta a reducir a la mitad las ayudas a este tipo de vehículos a partir de 2020, dejándolas en 1500 euros, y eliminándolas por completo para 2022. Además, Volkswagen propone que, mientras que los coches eléctricos deberían pagar la mitad de impuestos que los gasolina y diésel, para 2023 los híbridos enchufables deberían volver a pagar la misma cantidad que los modelos térmicos.
Volkswagen pide cambios masivos en materia de infraestructura de carga, pidiendo que se duplique el presupuesto de 300 millones a 600 millones de euros. Además, propone centralizar de forma obligatoria los pagos de los puntos de carga pública, lo que permitirá unificar la red de recarga para coches eléctricos en Alemania, así como aumentar las penalizaciones a los coches térmicos que aparquen en plazas reservadas para eléctricos.
Por último, el gigante alemán pretende simplificar las leyes que regular el desarrollo de las infraestructuras de carga privadas, permitiendo procedimientos de aprobación acelerados. También piden hacer obligatorio que las áreas de servicio y los supermercados cuenten con puntos de carga, beneficiándose este tipo de establecimientos de ayudas estatales para poder acometer dichas transformaciones.
Fuente | Süddeutsche Zeitung