De acuerdo con los cálculos de Toyota, dentro de diez años el precio de los coches con pila de combustible de hidrógeno será similar al de los híbridos. Para entonces, el fabricante ya ofrecerá la tercera generación de su pila de combustible. Matt Harrison, director de ventas y mercadotecnia de Toyota Europa, afirma que este tipo de vehículos tiene un gran potencial de futuro.
Recordemos que actualmente todos los fabricantes están desarrollando vehículos impulsados por energías alternativas como respuesta a los estrictos límites anticontaminación aprobados por la Unión Europea. Si bien la mayoría están apostando por los coches eléctricos a baterías, hay algunos como Honda, Hyundai y Toyota que se resisten a abandonar la pila de combustible.
Por el momento, y gracias al éxito de sus modelos híbridos, ni Toyota ni Lexus tendrán problemas para cumplir con los primeros límites. Sin embargo, según estos se vayan endureciendo a lo largo de la década que viene, el grupo japonés comenzará a ofrecer modelos cero emisiones, dejando que sean los clientes los que decidan qué tipo de tecnología les interesa más, si el hidrógeno o las baterías.
Actualmente la marca sólo vende un modelo de hidrógeno, la berlina Mirai, el cual tiene un precio de unos 60.000 euros al cambio en Japón. Las ventas de este vehículo han sido hasta el momento testimoniales, pues su producción es muy limitada, y la marca lo está vendiendo a la mitad de su coste real. Con todo, Toyota ya se encuentra desarrollando la segunda generación de sus pilas de combustible, que serán más baratas y llegarán al próximo Mirai.
La reducción de costes masiva que se conseguirá para dentro de diez años se deberá a grandes rasgos a la reducción del uso de platino en las pilas de combustible. Hace unos días informamos de que Bosch afirma estar desarrollando una pila de combustible capaz de funcionar con una cantidad de platino similar o incluso inferior a la empleada por un catalizador de motor diésel.
A pesar de todo, el coche de hidrógeno tendrá que enfrentarse a muchos otros problemas antes de convertirse en una alternativa viable, pues a la problemática de su elevado precio se unen otros aspectos como la inexistente y cara de desarrollar infraestructura de repostaje, la poca eficiencia de los procesos de obtención del hidrógeno, etc. Con todo, algunos expertos afirman que este tipo de solución tendrá muchos adeptos en el transporte pesado.
Fuente | Automotive News Europe
