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Las medidas en favor del coche eléctrico no parecen ayudar a su impulso en Alemania

Muchos países se encuentran en pleno proyecto de transición a una movilidad eléctrica que permitirá a las ciudades reducir las emisiones de contaminantes nocivos, ruido y aumentar la calidad de vida en ellas. Aunque, parece haber diferentes caminos para lograr el mismo objetivo, como puede verse en las diferentes políticas y medidas instauradas en países como Alemania, Noruega y el estado de California en Estados Unidos. Hoy nos llega información de la situación actual de Alemania por medio de un informe realizado por Greenpeace.

Si compras un coche eléctrico en Alemania, recibirás una ayuda económica de 4.000 euros que ha estado disponible en los últimos 3 años para cada nueva compra de un coche eléctrico. Los resultados de estos incentivos, sin embargo, no han sido buenos. Muchos puntos de carga públicos de las ciudades siguen vacíos. A principios de este año, se vendieron «solo» 83.200 coches eléctricos en Alemania y sigue en aumento, pero de forma lenta. En la actualidad, 1 de cada 10 coches en Alemania es eléctrico.

Hay varias formas de impulsar el coche eléctrico. El estado debería de subvencionar las instalaciones de puntos de carga mientras no sea rentable su instalación de forma independiente por la baja demanda de un parque reducido de coches eléctricos. También es importante apoyar las medidas más útiles en un principio, como por ejemplo, dar la posibilidad de aparcar de forma gratuita en las ciudades a los coches eléctricos, así como circular por los carriles de alta ocupación en las autopistas, algo que ocurre en el estado de California, o sin irnos muy lejos, en algunas ciudades de España.

Sin embargo, estas ventajas deberían de ser limitadas con el paso del tiempo y solo realizarse para atraer a los primeros usuarios de coches eléctricos. De esta forma, se incentiva también el uso de transporte público, que es la forma más limpia de moverse por las ciudades, al compartir con otras personas el mismo vehículo y hacer más rentable su uso, especialmente si se trata de un autobús eléctrico o híbrido.

Un gran ejemplo de medidas de impulso al coche eléctrico es Noruega donde 1 de cada 3 coches vendidos es eléctrico, gracias a diferentes acciones que han llevado al país nórdico a ser el líder en implantación de coches eléctricos en Europa. Cuenta con una gran infraestructura de carga de coches eléctricos. Noruega ha conseguido esta situación gracias a impuestos reducidos en la compra de los coches eléctricos, algo que hizo que muchísimos ciudadanos optasen por un vehículo eléctrico antes que sus vecinos europeos al disponer de mayores ventajas fiscales.

Según Greenpeace, para conseguir los objetivos de emisiones de CO2, los coches de combustión interna deberán ser prohibidos para el año 2025. Una afirmación un tanto preocupante, teniendo en cuenta que quedan 6 años para poder cumplir los objetivos. Alemania, como otros países europeos, deben de implantar políticas medioambientales eficaces que permitan reducir las emisiones de CO2 dentro de los límites fijados si no quieren sufrir cuantiosas multas económicas por parte de la Unión Europea.

Fuente | Greenpeace

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