Bentley dice que lanzarán coches eléctricos cuando logren baterías de 150 kWh. El electrolito sólido puede ser una de las soluciones

Adrian Hallmark, director ejecutivo de Bentley, no parece muy estresado en el proceso de electrificación de la división más lujosa del grupo Volkswagen. En sus últimas declaraciones, ha indicado que está esperando una evolución de la tecnología para poner a la venta sus primeros coches eléctricos. Una propuesta que choca con el impulso que el resto de marcas del grupo alemán están haciendo.

Según el Sr Hallmark, el principal problema es que Bentley es una marca cuya identidad son los vehículos grandes, potente y lujosos, que han sido diseñados para realizar grandes desplazamientos a altas velocidades. Algo que para el directivo la actual tecnología no permitiría cumplir por culpa de su limitada autonomía, y menos en cuanto a los tiempos de recarga. «Para electrificar a Bentley, las baterías deben alcanzar la paridad en autonomía y el rendimiento de los actuales vehículos a gasolina.»

Para lograr estos retos en grandes berlinas o SUV, como los a Flying Spur o Bentayga, indica que será necesario lograr instalar baterías de al menos 150 kWh. Incluso con 130 o 135 kWh podrían llegar a acercarse a estos mínimos.

Al mismo tiempo el Sr Hallmark indica que la actual tecnología de iones de litio no está preparada para ofrecer estas capacidades sin lastrar con un enorme peso los vehículos. Algo que supondrá explorar nuevas posibilidades, como es el electrolito sólido. Una tecnología que prescinde del elemento líquido de las actuales baterías, y que permitirá desarrollar packs con mayor densidad energética.

El problema es que este tipo de baterías no estarán en el mercado a nivel industrial al menos hasta 2025. La buena noticia es que incluso llegado el momento y el coste de las mismas fuesen más elevadas que las de litio, Bentley jugaría con la baza de moverse en un rango de precios donde pueden amortizar más fácilmente el impacto de una batería más costosa.

El otro problema para Bentley es que la tendencia de los clientes hacia formas de movilidad más sostenibles es imparable. Como sabemos, dentro del propio grupo Volkswagen están invirtiendo una importante cantidad de dinero en aumentar la cuota de eléctricos entre sus diferentes marcas. Incluso la propia Bentley ha confirmado esta tendencia entre sus adinerados clientes, que en las encuestas han pasado de mostrar en 2015 apenas un 8% de los mismos interés en el coche eléctrico, a pasar al 40% este año.

Una señal alta y clara de una marca que está atravesando justo en el centenario de su creación uno de los peores años en cuanto a ventas. Justo a las puertas de la entrada en vigor de las nuevas normativas de emisiones en Europa, que junto con las cuotas de China amenazan con el futuro de una marca que se ha lanzado a la electrificación mediante sistemas híbridos enchufables para tratar de sortear esta situación, y que esperará sentado a la llegada de una solución a nivel tecnológico.

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