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Este estudio muestra los factores que más afectan a la degradación de la batería de los coches eléctricos

Una de las grandes preguntas sobre el coche eléctrico es saber cuánto durará su batería. Una pregunta sin fácil respuesta ya que esta dependerá de una amplia variedad de factores. Pero ahora un estudio nos permite asomarnos un poco más a una cuestión que debería ser una prioridad a la hora de seleccionar nuestro nuevo coche eléctrico. Los factores relacionados con la degradación de la batería.

La empresa Geotab ha realizado un profundo estudio con 6.300 coches eléctricos, en un total de 21 modelos diferentes, para determinar cuáles son los factores más importantes en la pérdida de capacidad de la batería. Una degradación que sucede en todos los vehículos debido a los ciclos de carga y descarga, pero que puede ser más acelerado en uno que en otros según varios factores.

Uno de ellos y tal vez el más importante es el calor. El estudio muestra que el contar con un sistema de refrigeración de la batería es imprescindible para lograr mantener a raya el calor en las celdas, y con ello extender la vida útil de las mismas.

Según las cifras que manejan los responsables del estudio, una batería de media podrá mantener aproximadamente el 90% de su capacidad inicial después de 6 años y medio de servicio. «Según los datos de más de 6,000 vehículos eléctricos, que abarcan todas las principales marcas y modelos, las baterías exhiben altos niveles de salud con el paso de los kilómetros. Si se mantienen las tasas de degradación observadas, la gran mayoría de las baterías durarán más que la vida útil del vehículo ”.

Esto sin duda debería servir para calmar las preocupaciones de aquellos que están interesados en comprarse un coche eléctrico, pero les frenan los comentarios de los críticos que se lanzan a la red o a las conversaciones sin contar con más datos que las suposiciones.

Eso si, hay que tener en cuenta que no todos los coches son iguales. Desde el estudio indican que hay ejemplos como el Nissan LEAF, que no tiene sistema de refrigeración en su batería, y cuya degradación puede ser más del doble por ejemplo que la de un Tesla, con un sistema de climatización líquido.

Pero no es el único factor. Para Geotab «Una buena gestión térmica significa una mejor protección contra la degradación. Pero no hay respuestas simples. Las diferencias en la química de la batería pueden tener también su efecto, al igual que la temperatura ambiente promedio en la que opera una batería en particular a lo largo de su vida útil.»

Podemos ver dos modelos sin refrigeración en su batería como el Nissan LEAF y el Volkswagen eGolf. (Imagen superior). El primero es famoso ya por su enorme degradación que llega a extremos donde los usuarios disponen de apenas una fracción de la autonomía real. Pero del eGolf no se han visto casos de pérdida tan llamativas, y muchos compradores acceden a este modelo sin saber que no tiene refrigeración. Pero al parecer el eGolf tiene una química y un diseño de su pack mucho mejor que el LEAF que le permiten mantener su capacidad con más efectividad.

También está el factor ambiental, y un modelo en una zona fría o templada se degradará menos que aquellos que se muevan en una zona calurosa. Y es que el calor al final es el gran enemigo de las celdas y su vida útil.

La recarga rápida. Según el estudio, el segundo factor en importancia es la recarga rápida. De nuevo se aluden al factor del calor que hace que abusar de esta solución ayuda a degradar las celdas con mayor celeridad. Como podemos ver en el gráfico inferior, un modelo medio sin usar recarga rápida nunca logrará mantener su capacidad de batería en mejores condiciones que uno que lo use. Incluso se indica que en climas calurosos, el uso de la carga rápida ocasional también tiene su efecto negativo en la vida de la batería.

Otro factor a tener en cuenta es que un coche eléctrico apenas perderá capacidad de su batería con la edad. Algo que se suele pensar al contrario, pero que en el caso de este estudio nos muestra que la pérdida media es de apenas el 2.3% por año, lo que en la práctica supone una pérdida de apenas 27 kilómetros en cinco años por este factor.

No podemos olvidar un aspecto fundamental, y que está tanto en manos de los fabricantes como de los usuarios. Hablamos del cuidado que debemos realizar para proteger la batería de descargas profundas. Un factor que puede dañar las celdas y de lo que depende no sólo que tengamos en cuenta las reglas básicas, como bajar del 20% de capacidad, ni dejar el coche al 100% durante demasiado tiempo y llegando sólo en caso de salir en un viaje donde nos haga falta toda la autonomía. Esto también tendrá su efecto en la configuración del fabricante.

¿Cuál es el mejor sistema de refrigeración para las baterías de un coche eléctrico?

Y es que aunque veamos un marcador con el 10%, o el 5%, eso no quiere decir ni mucho menos que la batería esté a esa capacidad real. Algo que también sucede cuando la llevamos al 100%. Cada marca impone un margen de protección que determinará en una parte la vida útil de la batería. Cuánto más margen, menos autonomía pero una mayor vida útil.

La conclusión es que las claves básicas para alargar la vida útil de una batería serán:

  • Usar la carga rápida lo menos posible, sobre todo en días calurosos.
  • Comprar un vehículo con un sistema de refrigeración de la batería.
  • Evitar las descargas profundas, intentando mantener el coche entre el 20% y el 80% de carga.
  • Evitar el aparcar el vehículo a la intemperie en los días más calurosos.

A esto añadir que los coches están llegando al mercado con baterías con cada vez mayor capacidad, lo que hace que la degradación de la batería ser un problema cada vez menor. A esto se añade la constante bajada del coste del kWh, que hará que cuando dentro de x años necesitemos cambiar la batería de un coche actual, el coste de la operación será mucho menor que el actual.

Fuente | Geotab

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