La plataforma modular MEB es la piedra angular de la estrategia eléctrica del grupo Volkswagen. Esta ambiciosa arquitectura será la encargada de sustentar a todos los modelos eléctricos de gama media del fabricante alemán, y permitirá al grupo reducir de forma notable la complejidad y los costes de fabricación de sus coches eléctricos.
El primer modelo en basarse en esta plataforma es el compacto ID.3, presentado hace apenas unos meses y llamado a sustituir al e-Golf. Este vehículo estará disponible con tres packs de baterías (45 kWh, 58 kWh y 77 kWh), lo que le permitirá adaptarse a las diferentes necesidades de autonomía de los clientes (330 km WLTP, 420 km WLTP y 550 km WLTP respectivamente).
Sin embargo, de acuerdo con Volkswagen la primera oleada de modelos basados en la plataforma MEB todavía no podrá competir con los térmicos a nivel de precio. Mientras que el antiguo e-Golf era mucho más costoso de adquirir que un Golf TDI, el actual ID.3 consigue igualarse a su equivalente diésel si tenemos en cuenta los costes operativos y los subsidios gubernamentales (su precio de compra sigue siendo superior).
De cara a la segunda generación de modelos basados en la plataforma MEB, el precio de compra de los modelos diésel y de los eléctricos se igualará incluso sin subsidios; además, gracias a su inferior coste operativo, estos últimos serán mucho más rentables de poseer. Sin embargo, todavía no está claro cuando se producirá el lanzamiento de esta segunda generación de modelos, si bien todo parece indicar que será para 2025.
Con todo, es altamente probable que la igualdad de precios se logre antes en los modelos de alta gama, los cuales se basarán en la plataforma modular PPE. Aunque esta arquitectura será más costosa que la MEB, se empleará en vehículos de precio muy superior. Así, es de esperar que los coches eléctricos de las marcas Audi y Porsche consigan igualar el precio de sus equivalentes de combustión durante los primeros compases de la década que viene.
Volkswagen afirma que en el futuro los coches eléctricos serán más rentables que los térmicos, pero hasta la llegada de la «segunda generación de baterías» del grupo alemán no se llegará a la paridad de costes productivos. De hecho, algunas fuentes estiman que la marca Skoda está perdiendo unos 8.000 euros por cada unidad del CITIGOe iV vendida.
Fuente | Matthias Schmidt
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