El pasado mes de enero os informábamos de que Volkswagen estaba en plena búsqueda de diversificar y ampliar el suministro de baterías para su programa de coches eléctricos. Un asunto que corre el riesgo de convertirse en un cuello de botella ante el creciente número de modelos y marcas que se han lanzado al mercado, y que intensifica la competencia por cada kWh. Esto ha motivado que desde el consejo de VW se hayan dado pasos críticos, como el levantar plantas de producción propias.
El principal problema es que poner en marcha una instalación de producción de baterías a gran escala desde cero, además de caro, necesita unos plazos bastante largos. En el caso de Volkswagen y otras iniciativas europeas no se espera que estas líneas empiecen a sacar adelante las primeras celdas hasta dentro de 2 o 3 años. Además este inicio será paulatino, con un arranque tímido en cuanto a cifras productivas.
Algo que hace urgente buscar alternativas como la que está ultimando Volkswagen, que a principios de año los rumores indicaban que trabajaban en realizar una inversión en el fabricante chino Guoxuan. El tercer productor de baterías de China por detrás de CATL y BYD, que en conjunto acumulan el 79% de la producción china de baterías para coches eléctricos.
Una operación que en un primer momento se rumoreaba supondría la adquisición del 20% del fabricante chino, pero que ahora parece que desde el grupo germano han visto necesario aumentar ese porcentaje hasta el 30%, con una inversión de 740 millones de dólares, lo que les permitirá ser el mayor accionista de la compañía.
Este movimiento permitirá a Volkswagen mantener una mejor posición a la hora de la toma de decisiones, y además les proporcionará un mayor poder de negociación sobre los precios de las baterías. Algo que se podría traducir en nuevas inversiones de similares características en los próximos meses.
Por su parte Guoxuan se asegura un cliente fijo, y también el contar con los fondos necesarios para ampliar su capacidad de producción y atender a una creciente demanda que se está viendo frenada precisamente por la falta de suministro de baterías.
Estos rumores todavía no han sido confirmados por ninguna de las dos partes, pero de momento si han tenido un efecto en las acciones de la empresa china que ha visto como la cotización se disparaba un 10% en un sólo día, mientras que en los últimos 5 el crecimiento ha sido del 39%. Una señal de la confianza de los inversores en un acuerdo que parece inminente y que sin duda tendrá grandes repercusiones para ambos grupos.
Ahora queda por ver si estos movimientos son suficientemente ambiciosos y permiten a Volkswagen contar con el suministro adecuado para cumplir con sus ambiciosos objetivos que recordamos supondrá una producción de 1 millón de unidades para 2023, lo que significa contar con unos 60 GWh/año, y llegar al 1.5 millones para 2025, o 90 GWh de baterías cada año.
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