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Bajan las ventas de coches eléctricos en España, pero resisten las motos

El pasado mes de abril el sector del automóvil como era de esperar ha visto como las cifras de ventas de coches se hundían por culpa del estado de alarma y el confinamiento. Algo de lo que no han sido inmunes los coches eléctricos, pero que si nos ha dado alguna buena noticia como las cifras logradas por el sector de las motos eléctricas.

Según los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM) en abril las ventas de coches eléctricos puros ha caído un 86.3%, hasta apenas 84 unidades. Un descenso que es algo menor que el sector del automóvil general, que ha visto como sus cifras se recortaban un 98%.

Dentro del sector de los vehículos eléctricos fuertemente afectado por la crisis, hay uno que ha mostrado un mejor rendimiento en esta situación. Es el de las motos eléctricas. Una industria que ha visto reducidas sus ventas sólo un 15%. La razón es el aprovisionamiento de flota para dar respuesta a los servicios de motosharing con la vista puesta en la desescalada.

Un apartado donde ha destacado la española Silence Urban EcoMobility (Acciona) que ha concretado más de 260 matriculaciones en abril.

Esto nos da una pista de qué sectores se reforzarán ante un panorama donde la expresión «distancia social» ha pasado a formar parte de nuestro día a día, y más con el desconfinamiento, y donde es previsible que los sistemas de transporte personal y eléctricos vivan un fuerte incremento en la demanda impulsados también por el incremento del comercio online y pedidos a domicilio.

Estimaciones ventas 2020

Con estas cifras de ventas, desde AEDIVE y GANVAM corrigen a la baja sus previsiones para el cierre de 2020, pues si bien se necesitaba terminar el ejercicio con unas 65.000 unidades (+170%) de vehículos eléctricos de todo tipo para ir cumpliendo las fases planteadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el impacto del coronavirus las recortará en el peor de los casos hasta el entorno de las 28.000 unidades (+15%).

Poder corregir el rumbo del mercado dependerá del ritmo de activación de los planes de incentivo a la demanda, que sirvan para insuflar confianza en el consumidor. En este sentido el reciente anuncio de una nueva edición de ayudas a la movilidad eficiente será un balón de oxígeno para el mercado, máxime con mejoras como la eliminación de la exigencia del achatarramiento para acceder a las ayudas o la flexibilidad para gestionar las adquisiciones por renting. De esta forma, se apoya en mayor medida a los canales que registran más del 80% de las matriculaciones de eléctricos y que no podían acceder a estímulos adicionales para acelerar el ritmo de electrificación de las flotas por no contar con vehículos antiguos para achatarrar.

No obstante, en opinión de Palacios, “hace falta un plan global de choque urgente para contener el desplome económico y evitar la destrucción de empleo. De lo contrario, las empresas no tendrán confianza para invertir en la renovación de flotas. Hay que poner en marcha un plan de incentivo a la demanda ambicioso que apoye todos los sistemas de propulsión y completarlo con medidas contundentes orientadas a que las empresas puedan proteger los puestos de trabajo y, con ello, la renta disponible porque, de lo contrario, la reactivación del consumo y de la propia inversión será complicada”.

Para el director general de AEDIVE, Arturo Pérez de Lucia, “los datos de abril ponen de manifiesto más que nunca la necesidad de activar el Plan MOVES 2020 por parte del IDAE a la mayor brevedad, tal y como ya ha anunciado el Gobierno, ya que tras la publicación de bases, cada Comunidad Autónoma tendrá que sacar su propio plan, lo que nos llevaría en el mejor de los casos a contar con ayudas a la compra de vehículos eléctricos a partir de junio”, por lo que insiste en la necesidad de que no se bloquee su tramitación al amparo de un plan de ayudas estructurales para el sector automoción a gran escala por la crisis económica derivada del COVID-19, que por otro lado “es imprescindible, pero que ha de estar sujeto a otro plan dotado con un presupuesto acorde a las necesidades de las fábricas españolas, sus proveedores, los concesionarios y la postventa”.

Fuente | AEDIVE

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