Citroën ë-C4: ¿el mejor coche eléctrico de PSA hasta la fecha?

A día de hoy, el grupo francés PSA cuenta con dos plataformas modulares sobre las que articula el grueso de su oferta de vehículos: la CMP, diseñada para los segmentos B y C, y la EMP2, enfocada a los segmentos C y D. Aunque ambas cuentan con versiones 100% eléctricas (e-CMP y e-EMP2), por el momento solo se han lanzado al mercado coches eléctricos basados en la e-CMP, pues los primeros modelos asentados sobre la e-EMP2 llegarán en 2023.

Aunque en el segmento B (utilitarios) se empleará exclusivamente la CMP y en el segmento D (familiares) la EMP2, en el segmento C (compactos) se hará uso indistinto de ambas: mientras que los futuros Peugeot 308, Opel Astra y DS 4 se asentarán sobre la EMP2, el recién lanzado Citroën C4 hace uso de la inferior CMP.

La estrategia de lanzar un compacto asequible basado en una plataforma de utilitario alargada no es algo nuevo en el mercado: tanto el FIAT Tipo (plataforma Small Wide LWB) como el Nissan Pulsar (plataforma V) han seguido esta filosofía, la cual ha sido llevada al extremo por el Skoda Scala, que emplea la plataforma MQB A0 de los Volkswagen Polo, SEAT Ibiza y Audi A1 en lugar de la MQB de los Volkswagen Golf, SEAT León y Audi A3.

Con este movimiento PSA ha marcado distancias entre el nuevo C4 y los futuros 308, Astra y DS 4, pues el objetivo del grupo es convertir a Citroën en su marca asequible. Sin embargo, la firma de los chevrones ha jugado de forma muy inteligente sus cartas, creando un compacto espacioso y tecnológico que además contará desde el principio con una versión 100% eléctrica denominada ë-C4.

Hasta el momento PSA ha lanzado numerosos coches eléctricos basados en la plataforma e-CMP: Peugeot e-208 (340 km WLTP), Peugeot e-2008 (310 km WLTP), Opel Corsa-e (330 km WLTP), Opel Mokka-e (322 km WLTP) y DS 3 Crossback E-TENSE (320 km WLTP). Sin embargo, el Citroën ë-C4 los supera a todos en autonomía (350 km WLTP) a pesar de ser más grande y espacioso.

Esto es posible gracias a su trabajada aerodinámica, un aspecto en el que Citroën ha hecho mucho hincapié durante el desarrollo del coche. La carrocería crossover del ë-C4 aúna lo mejor de un compacto y de un SUV, con una pronunciada caída del techo y una altura a caballo entre ambos segmentos que permite ofrecer una buena aerodinámica a la vez que se mantiene un amplio habitáculo a pesar de contar con un pack de baterías en los bajos.

A nivel mecánico todos son idénticos (motor de 136 cv (100 kW) y 260 Nm de par, batería de 50 kWh (46 kWh útiles) con refrigeración líquida y celdas CATL, carga en alterna a 11 kW y en continua a 100 kW, etc), si bien la carrocería del ë-C4 es más larga (4,36 metros) y ancha (1,8 metros). Su maletero solo es superado por el del Peugeot e-2008 por estrecho margen (380 litros contra 405 litros).

Aunque aspectos como los acabados denotarán su planteamiento económico (plásticos duros en lugar de mullidos), será un modelo competitivo a nivel tecnológico (dispondrá de conducción autónoma de nivel 2, cargador inalámbrico para smartphones, conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, acceso y arranque manos libres, freno de mano eléctrico, Head-up Display, cámara de 360º, faros full LED…).

Por otro lado, y siguiendo la tradición de la marca, el ë-C4 destacará frente a sus rivales en el apartado del confort gracias a soluciones como la Suspensión de Amortiguadores Progresivos Hidráulicos y los asientos Advanced Comfort con espumas de diferentes densidades, ofreciendo un nivel de comodidad muy elevado.

Tampoco hay que perder de vista que Citroën prometió en su momento que el ë-C4 sería un modelo relativamente asequible, por lo que es muy posible que parta de un precio inferior a los 30.000 euros antes de ayudas, convirtiéndose en un temible rival para el Volkswagen ID.3 Pure (45 kWh, 330 km WLTP, 126 cv (93 kW), carga a 7 kW en alterna y a 50 kW en continua, desde 29.900 euros antes de ayudas). El Citroën ë-C4 se fabricará en la planta española de Villaverde (Madrid), y se pondrá a la venta a finales de año.