La crisis del coronavirus ha tenido un especial impacto en una industria automovilística que ha tenido que paralizar su producción durante unas cuantas semanas, y que ahora lucha por recuperar un ritmo que no es fácil lograr. Tanto industrial como comercialmente, el sector se enfrenta a una situación compleja, pero que nos muestra la importancia de apostar por una movilidad eléctrica que no sólo será una cuestión de marketing y de futuro, sino que puede ayudar a muchos a salir del atolladero más rápidamente.
El mejor ejemplo de esto lo encontramos en el corazón automovilístico europeo, Alemania, donde la golpe ha sido muy duro con unas cifras que llevarán las estadísticas a números de la era de la guerra fría.
Sólo en junio, una vez recuperada casi en su totalidad la normalidad, el mercado alemán ha caído un 40% respecto al pasado año con unas matriculaciones de 220.000 unidades. Algo que junto con los meses del cierre supondrá un lastre que según los analistas dejarán las ventas en 2020 en cifras un 20% por detrás de las logradas en 2019, quedándose las matriculaciones en torno a los 2.8 millones de unidades.
¿Todo el sector? No. Hay un pequeño grupo que resiste esta situación y que no sólo no decrece en cuanto a entregas, sino que dispara sus cifras aupado por factores como la mayor concienciación de que debemos caminar hacia un sistema más sostenible, y también por la importancia de los planes de estímulo públicos que han colocado los precios de los coches eléctricos a la altura de sus equivalentes con motor de combustión.
Según los datos de Asociación Internacional de Fabricantes de Vehículos de Motor (VDIK) la demanda de coches eléctricos se ha disparado en los últimos meses. En el primer semestre se han entregado algo más de 90,000 unidades. Eso es un aumento de alrededor del 90% respecto al mismo periodo del pasado año en una tendencia que indican todavía está comenzando a acelerarse.
Esto nos indicaría que con las cifras del primer semestre, los coches eléctricos lograrán este año una cuota de mercado del 6.3%. Una cifra muy llamativa en el primer mercado automovilístico de Europa por número de ventas, eso que todavía tenemos por delante un segundo semestre en el que habrá grandes novedades en el sector eléctrico.
Y es que el impacto del programa de ayudas del gobierno tendrá su principal repercusión a partir del mes de julio, ya que se ha aprobado en junio. Además de esto debemos añadir la lista de nuevos modelos que comenzarán sus entregas durante y después del verano, que ampliarán la oferta de forma muy importante, y que debería traducirse en más ventas.
Nombres como el Volkswagen ID.3, el Polestar 2, Audi Q4 etron, Honda e…y un largo etc que se sumarán a los llegados durante el primer semestre, y que configurará un catálogo cada vez más amplio y competitivo.
Un tren que beneficiará a los fabricantes que han apostado por el coche eléctrico que se transformará en una tabla de salvación para compensar parcialmente un año desastroso, y que además permitirá engrasar la maquinaria para lograr sacar el máximo partido a un mercado que ha acelerado en su transformación hacia las nuevas formas de movilidad sostenible.
Vía | Manager-magazin
