Hace unas semanas se ha vuelto viral una noticia donde un propietario indicaba que se le había soltado el parachoques trasero de su Tesla Model 3. Algo que podría tener su origen en una amplia variedad de circunstancias. Pero ahora el fabricante americano ha admitido los problemas de producción de algunas unidades que salen de su fábrica de California.
Y es que no se trata del primer imprevisto que sufren unas unidades que han sido acusadas de contar con unos niveles de acabados bastante mejorables, con descuadres en los marcos y otros pequeños detalles que suponen una molestia para el cliente al tener que acudir al no siempre cercano centro técnico para solucionarlo. Si es que lo logra.
Algo que choca con las críticas positivas de las unidades que salen de la planta de Shanghái, lo que muestra que Tesla tiene un problema con la planta de California.
Después de la famosa «eyección» espontánea del techo de un Model Y recién salido del concesionario, ahora la noticia es la de un Model 3 que ha perdido su parachoques trasero mientras circulaba por una carretera bajo lluvia intensa y pasar por un gran charco. Una situación para nada extrema que no debería suponer ningún problema y que parece ha sucedido en más de una ocasión.
Ahora Tesla ha lanzado un comunicado donde admiten que esto es un problema de fabricación. «En raras ocasiones, ciertos componentes del Model 3 construidos en la fábrica de Fremont antes del 21 de mayo de 2019, pueden dañarse al conducir a través de agua estancada en una carretera o autopista con drenaje deficiente o charcos de agua. En estos casos, el parachoques trasero podría desprenderse del vehículo y los arneses y / o los sujetadores / soportes de la carrocería también podrían dañarse. Este documento aclara que los daños causados durante estos casos están cubiertos por la garantía.»
Esto quiere decir que las unidades fabricadas a partir de mayo del pasado año no tendrán este problema, que sin duda está cubierto por la garantía pero de nuevo destapa los problema de la planta de Fremont.
Opinión
Esta claro que Tesla conociendo este problema, debería no solo admitir el error, sino también lanzar una llamada a revisión de las unidades afectadas a ese momento para solucionar la situación, o al menos ofrecer el pago de la reparación en un taller más cercano para los clientes que vivan lejos de los servicios técnicos.
Lo peor es que hay casos de clientes que conocedores de este imprevisto, han acudido de forma preventiva a su servicio técnico Tesla para solucionarlo, y la marca les ha cobrado una cantidad de entre 200 y 220 dólares por arreglarlo. Algo intolerable y que después de admitir que es un problema de producción.
El problema es que estos clientes además de la cuestión del fallo de producción, se encontrarán por desgracia con un servicio post venta que con diferencia es el peor de todo el mercado. También hemos contactado a Tesla España, pero normalmente no recibimos respuesta ya que no cuentan con departamento de prensa.