En Estados Unidos Ford está realizando una intensa campaña publicitaria y de imagen para impulsar las ventas de su nueva e interesante propuesta cero emisiones; el SUV eléctrico Mustang Mach-E.
Como parte de la promoción del vehículo eléctrico, Ford está tratando de ofrecer una experiencia completa a todos los usuarios. El uso y disfrute de un coche eléctrico pasa por el acceso a una red de carga rápida, fiable y extendida que permita la movilidad sin limitaciones.
Al sentarse al volante de un coche de combustión interna (ICE), el usuario sabe que dispone a a largo de su ruta de una serie de puntos donde poder repostar y continuar su trayecto. La transición al coche eléctrico pasa por garantizar a los conductores de los vehículos cero emisiones la misma seguridad, gracias a una red fiable y extensa.
Para conseguir este fin, Ford ha creado FordPass una aplicación diseñada para los teléfonos móviles inteligentes, que ofrece una red de cargadores que según el fabricante de Michigan es «la mayor de los Estados Unidos«.
En realidad esta red es la suma mediante una aplicación de los puntos de carga de ChargePoint y Electrify America que suman unas 13.000 estaciones con un total de 35.000 puntos de carga.
Una experiencia real
Según ha podido experimentar el portal Autoblog, a la hora de la realidad no todos los puntos de carga son iguales, ni ofrecen las mismas potencias, ni mucho menos tiempos de carga similares a la hora de recargar la batería de un Ford Mustang Mach-E.
La experiencia ofrece aspectos positivos y otros negativos, siendo estos últimos más pesantes en el resultado final.
De los puntos sumados tras la agregación de la oferta de recarga de las dos compañías, un pequeño porcentaje admite carga rápida, con lo que se limita la capacidad del propietario de aprovechar los 250 kilovatios de regalo que Ford ofrece a los que estrenan un Mustang Mach-E.
Desde la publicación han querido comprobar de primera mano la realidad de la eficiencia de la red de carga ofrecida por Ford a sus clientes, con la que pretende igualar la experiencia de uso que experimentan los usuarios de la competencia cuando recargan en los supercargadores de Tesla.
Tras una día de pruebas al anochecer el reportero se salió de su ruta para probar una nueva estación de carga con sul Ford Mach-E. El cargador elegido pertenece a red Electrify America (propiedad de Volskwagen).
El Ford Mustang Mach-E llegó a la tienda Target de Clifton, N.J., en medio de una intensa lluvia de una noche de diciembre con tan sólo 96 km de autonomía disponibles. En este momento fue cuando dio comienzo la experiencia de recarga de la batería usando la nueva aplicación FordPass.
Lo positivo
El objetivo era comprobar si se cumplía la publicidad de Ford, que asegura como en tan sólo 10 minutos el usuario puede recuperar 74 kilómetros. Ford asegura que el Mach-E de tracción trasera de 482 km de autonomía mejora estos datos llegando a recargar en 10 minutos 98 km.
En el caso de la unidad probada se trataba del SUV eléctrico dotado de una batería que anuncia 434 km de autonomía.
Tras estacionar el SUV eléctrico delante de uno de los nuevos y flamantes cargadores de Electrify America en Nueva Jersey de 150 kW, la primera impresión fue positiva pues nada más conectar la manguera al puerto de carga del coche eléctrico, el proceso de carga se inició identificando al cliente y efectuando el cargo directamente en la cuenta de usuario en FordPass.
Esta forma de identificación de vehículo y cliente imita el proceso de carga de Tesla que, por el momento, es el referente en simplicidad y eficacia a nivel mundial.
Lo negativo
Mientras el probador esperaba en el interior del vehículo a que se completara la prueba, para verificar si la publicidad de Ford refleja la realidad del día a día, comenzaron las primeras contradicciones.
Tras 10 minutos de carga, según la aplicación y la pantalla del Mach-E, la batería de 88 kWh tan sólo había recuperado 14 kilometros, 60 km menos que los anunciados por Ford en una estación de 150 kW como la utilizada en la prueba. Similar en potencia a los supercargadores Tesla V2.
Al acercarse a la pantalla del punto de carga, que Electrify America aprovecha para emitir anuncios y publicidad, el cargador anunciaba una potencia de carga de 74 kW, la mitad de los anunciado por los carteles de la propia estación de carga.
La realidad es que el SUV eléctrico estaba recibiendo apenas 22 kW, el doble que una toma estándar de 11 kW como la que podemos encontrar en muchos puntos de carga públicos de centros comerciales. Las pérdidas y temperatura exterior (unos 4ºC) no justificaban una diferencia tan grande, según el medio.
Probando más cargadores
Antes de emitir un juicio negativo, durante la prueba y bajo la intensa lluvia y el frío, se probaron los otros puntos de carga de la estación. De los 6 cargadores uno de ellos estaba fuera de servicio.
Tras probar todos los cargadores y todas las mangueras (10 en total) la potencia recibida por el vehículo no cambiaba. En ningún caso superaba los 1.6 km por minuto.
Además de ser capaces de llegar las velocidades anunciadas tanto por Ford, como por los carteles de la estación e carga de Electrify America, el precio de la recarga ascendía a 43 centavos de dólar, tres veces más de la media nacional doméstica que, según el medio estadounidense, son 13.2 centavos.
Añadir los 354 km de autonomía al Mach-E ubiera supuesto unos 30 dólares (24.5 euros), mucho más que el precio equivalente de la gasolina en Estados Unidos.
El resultado
Finalmente el redactor perdió 90 minutos durante los cuales habló con la asistencia técnica de Electrify America, conectó el vehículo a 5 postes de recarga y todas sus conexiones para conseguir una recarga de tan sólo 122 km, finalizando el experimento con una batería recargada tan sólo al 40%.
Con una autonomía total de 218 km el reportero pudo llegar a Brooklyn, aunque la experiencia de carga anunciada por Ford de alcanzar el 80% en tan sólo 45 minutos no se hizo realidad.