Elon Musk avisa del posible derrumbe de las acciones de Tesla, y un día después Goldman Sachs predice que llegarán a los 780 dólares

Ayer Elon Musk sorprendía a todos en un email a sus empleados en los que les advertía de que o lograban poner bajo control los costes, o el valor de las acciones caerían de forma brusca. Unas declaraciones que muchos temían supusiese una pérdida de confianza en los títulos de la marca. Pero la valoración no solo no ha bajado, sino que ha subido.

El origen de esta carta es la publicación por parte de la marca de que su beneficio neto es muy bajo, apenas el 1%. Algo que tendrían que corregir para no afectar a un precio de las acciones que se debe a las expectativas de los inversores de beneficios futuros más que a resultados recientes.

Según Musk «Los inversores nos están dando mucha confianza por la rentabilidad futura, pero si, en algún momento, concluyen que eso no va a suceder, ¡nuestras acciones se aplastarán inmediatamente como un soufflé bajo un mazo”.

Ahora apenas 24 horas después de las declaraciones de Musk, el banco de inversiones Goldman Sachs ha publicado un articulo donde pone sobre la mesa las buenas perspectivas de las acciones de Tesla, y a las que les ha otorgado una valoración objetivo de 785 dólares.

Además ha cambiado su clasificación de mantener a comprar, síntoma de la confianza en las acciones de una Tesla que acumula en lo que llevamos de año un incremento de su valor del 580%.

La explicación a este optimismo está en que las estimaciones de producción y ventas futuras son muy elevadas. Según los analistas de Goldman, si Tesla logra mantener su cuota de mercado del coche eléctrico en el 25%, esto supondría que alcanzará unas ventas anuales de 15 millones de unidades para 2040, o 20 millones de unidades en un escenario más optimista.

También han añadido el banco de inversiones, que a esto ayuda que los costes de componentes como las baterías estén bajando más rápido de lo que se había previsto. Algo que permitirá difuminar la diferencia de precios entre los coches eléctricos y los de combustión en un corto periodo de tiempo.

Algo que beneficiará especialmente a una Tesla que no sólo está creciendo de forma imparable en capacidad de producción de vehículos, sino que también lo está haciendo en la fabricación de la mayor cantidad posible de componentes de forma interna, como las baterías.

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Vía | Benzinga