BYD suministrará baterías a los coches eléctricos de Ford

Uno de los principales retos de los fabricantes de coches en sus planes de ampliar la oferta de modelos eléctricos, es el acceso a un suministro de baterías. Algo que ha frenado algunos proyectos y donde Ford ha querido anticiparte con la firma de un acuerdo con BYD.

Este será el primero que firma el fabricante chino con un gran grupo, y le convierte en el primer fabricante de coches eléctricos, y a la vez suministrador de baterías para otras marcas del mercado.

Según informa Reuters, el acuerdo se centrará en atender las necesidades de la gama de eléctricos e híbridos enchufables de Ford en China, donde tiene previsto lanzar o renovar un total de 31 modelos con diferentes niveles de electrificación para 2021. Todo para lograr cumplir con las exigentes normas sobre emisiones implantadas en ese mercado.

De momento no se han confirmado los detalles del acuerdo y si este tendrá su extensión en los modelos que los norteamericanos venden fuera de China. Pero los avances logrados por BYD con su tecnología de baterías de litio-ferrofosfato parece que han llamado la atención gracias a su excelente combinación de densidad energética, vida útil y bajo coste.

Una química que en China usarán también marcas como Tesla, que gracias a su acuerdo con CATL esperan poder lanzar un Model 3 un 20% más económico.

En occidente, Ford tiene un acuerdo de suministro con LG para atender las necesidades de sus híbridos enchufables y del Mustang Mach e, su primer coche eléctrico. Pero posteriormente tendrán que ampliar la familia y ahí es donde las baterías de BYD podría jugar un papel muy importante en la expansión de la gama con unas baterías más económicas que permitan lograr beneficios lo antes posible con este tipo de vehículos.

La clave será el uso de las baterías «Blade» de BYD. Como recordamos, estas se presentaron el pasado mes de abril y sus prestaciones han llevado al LiPeFO4 a un nuevo nivel gracias a unas celdas más largas, que prescinde de los módulos, lo que le permite gozar de una mayor densidad energética, 140 Wh/kg. Algo que permite a esta química situarse a la misma altura que las baterías formadas por celdas de níquel, cobalto y manganeso (NCM) que son las usadas por la mayor parte de los grandes fabricantes.

Pero sin duda la parte más importante es la relacionada con su precio, que supone una reducción del 30% respecto a los modelos anteriores. Un aspecto sin duda fundamental que permitirá lanzar coches eléctricos competitivos, pero con unos precios más bajos.

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