La marca francesa MIA Electric, aunque bastante desconocida en la actualidad, fue una auténtica pionera en el sector de la movilidad eléctrica a comienzos de la década pasada: entre los años 2010 y 2013, la compañía fabricó un pequeño monovolumen eléctrico que consiguió cierto éxito en el todavía incipiente mercado europeo.
Este vehículo se ofrecía en tres versiones: MIA, MIA L y MIA U. Todas ellas estaban disponibles con dos baterías (8 kWh o 12 kWh) con celdas LFP (litio-ferrofosfato), las cuales les proporcionaban una autonomía de entre 85 y 125 km bajo el ya desfasado ciclo de homologación NEDC. La velocidad punta por su parte estaba limitada a 100 km/h.
El MIA convencional tenía tres plazas, puertas correderas y una longitud de 2,87 metros. El MIA L por su parte se iba a 3,19 metros y ofrecía cuatro plazas, mientras que el MIA U se presentaba como la versión comercial del MIA L. Este último modelo ofrecía un volumen de carga superior a los 1.500 litros… a costa de convertirse en un monoplaza.
Aunque la empresa entró en suspensión de pagos en 2014, ahora ha regresado de la mano de Fox E-Mobility, que se hizo cargo de sus activos en 2015. La nueva matriz firmó recientemente un memorando con InoBat Auto para desarrollar y producir las baterías del nuevo MIA 2.0, que comenzará a producirse en el primer trimestre de 2023 de la mano de un socio que todavía no ha sido seleccionado.
El MIA 2.0 tendrá hasta 450 kilómetros de autonomía
A pesar de que todavía faltan un par de años para su puesta de largo, Fox E-Mobility ya ha presentado el diseño del MIA 2.0. Aunque el nuevo modelo parte del vehículo original de hace una década, equipará un propulsor significativamente más potente, pues el anterior se quedaba en apenas 13 CV (9,7 kW). Además, añadirá equipamientos de seguridad como el ABS, el ESP, el control de crucero adaptativo y el asistente de ángulo muerto.
Si bien inicialmente el vehículo será tracción trasera, también se está trabajando en versiones de tracción delantera. Su autonomía será de unos 200 km por carga, aunque se podrá optar por un segundo pack de baterías que incrementará el alcance hasta unos 450 km. Por otro lado, MIA no descarta la adición de una pila de combustible de hidrógeno opcional en el futuro.
El precio objetivo del MIA 2.0 será de unos 16.000 euros. Tendrá capacidad para transportar a tres o cuatro pasajeros, si bien también se podrá emplear como vehículo de reparto urbano. La estrategia comercial de Fox E-Mobility para MIA contempla tres fuentes de ingresos: el programa de vehículos MIA 2.0 para Europa, un programa de licencias para países fuera de la Unión Europea y la venta de certificados de dióxido de carbono a otros fabricantes de automóviles.
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