Una de las principales noticias de la presentación de resultados de Tesla ha sido el nuevo retraso en el lanzamiento del Semi. El camión eléctrico que verá como sus fechas se mueven a 2022…de momento. Algo que también ha sufrido anteriormente la versión Plaid + del Model S. El problema parece estar en las nuevas celdas 4680, que el fabricante americano ha indicado todavía están en fase de desarrollo y no están listas para la producción en masa.
Según fuentes de Reuters, Tesla tiene previsto iniciar la producción en pequeñas tiradas de sus nuevas baterías 4680 este año. Unas pruebas que se realizarán en la planta de Fremont, donde se probarán en varios prototipos.
El propio Elon Musk ha indicado los problemas que están teniendo para poder usar el diseño de su subsidiaria Maxwell, y aplicarlo a un sistema de producción en cadena. Según Musk, esto está consumiendo una inmensa cantidad de ingeniería llevar el concepto a la realidad, algo que indica todavía no han logrado.
La cuestión es que no sólo Tesla producirá estas celdas. El fabricante americano está colaborando de forma estrecha con sus socios de Panasonic. Otros gigantes que han firmado acuerdos de suministros, como Samsung, también están buscando desarrollar este tipo de celda, mientras que LG ya ha indicado que no esperan tenerlo listo un producto para Tesla hasta 2023.
Y es que el reto no es sólo desarrollar un formato que promete aumentar la densidad energética y rebajar los costes. El reto es también hacerlo en un sistema estructural que prescindirá del clásico pack que envuelve a las celdas. Las propias celdas serán el pack. Algo que supone un ahorro de costes, de peso, pero que como vemos supone un enorme reto de ingeniería.
Durante la presentación de resultados, Tesla ha indicado que el proceso de desarrollo de las celdas ha logrado alcanzar el 90% de su totalidad, superando aspectos como la integridad de las baterías en caso de accidente. Pero queda un 10% que se ha convertido en un cuello de botella y que está relacionado con el proceso de producción.
El famoso «infierno de producción» catalogado por el propio Elon Musk, que ahora tendrá un nuevo capítulo con las prometedoras celdas 4680.
Pero la buena noticia es precisamente que sólo queda la última parte por completar, y todavía seis meses para poner en marcha las fábricas de Alemania y Texas. Tiempo durante el cual podrán rematar los imprevistos y arrancar la producción del Model Y dotado de estas celdas.
Un momento realmente crucial para Tesla, mucho más que el lanzamiento del Semi o de la Cybertruck.