Ayer al mediodía se presentaron oficialmente en San Mamés las nuevas ambulancias de la cooperativa Grup La Pau, 115 unidades que van a prestar servicio sanitario no urgente en Álava y Vizcaya. Se trata de la mayor flota eléctrica de ambulancias de Europa (y del mundo, según Grup La Pau), y todas son de la marca Mercedes-Benz. Se trata de 30 eVito furgón, 14 eVito Tourer y 71 eSprinter. Tanto las eVito como las Clase V se fabrican en Vitoria, las eSprinter vienen de Alemania.
A diferencia de otro tipo de ambulancias, que pueden hacer falta en cualquier momento, esta flota puede trabajar con planificación, por lo que los tiempos de recarga y la autonomía dejan de ser problemas relevantes. Estas ambulancias harán traslados no urgentes, como llevar pacientes a centros de diagnóstico, a realizarse tratamientos, ir consultas o a los domicilios en el caso de recibir el alta.
El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha contado con la colaboración del concesionario vizcaíno Mercedes-Benz Aguinaga, Iberdrola e Euskabea. La flota de ambulancias contará con 95 puntos de recarga y la garantía de que utilizarán energía de origen renovable. En el acto de entrega, desde el punto de vista institucional, se subrayó aquello de apostar por la sostenibilidad y que eso pueda ser percibido por el ciudadano.
La cooperativa Grup La Pau ciertamente no suena muy vasca. Se trata de una empresa de origen catalán que resultó adjudicataria en marzo de 2020 (días antes del estado de alarma) para el transporte sanitario urgente en el País Vasco, concretamente en Álava y Margen Derecha de Vizcaya, con una vigencia de tres años prorrogables a otros dos. En marzo de este año la cooperativa también fue adjudicataria del transporte no urgente para el Departamento de Salud del Gobierno Vasco.
Cuando se realizó el anuncio de la nueva adjudicación de servicio público, se dio una cifra de 112 millones de euros. Además de las 115 furgonetas eléctricas de este lote, hay que contar también 127 ambulancias de gasóleo, todas de Mercedes-Benz. El servicio va a ser prestado por 400 trabajadores y la adjudicación también es para tres años, ampliables a otros dos.
El hecho de que estas furgonetas sean eléctricas no presenta ningún problema en cuanto al espacio disponible, ya que las baterías no afectan a la capacidad volumétrica. El fabricante también ofrece las variantes industriales para cualquier adaptación que pueda ser necesaria según los clientes a los que vayan destinadas.
La flota de ambulancias eléctricas servirá como el espejo en el que mirarse cuando otros operadores tengan que plantearse una renovación de su parque de vehículos. Además de los nobles fines de reducir la polución y contribuir al medio ambiente con las furgonetas eléctricas, también hay una justificación numérica. Hablamos del dinero que se van a ahorrar en combustible, así como un descenso importante en las facturas de mantenimiento. Quizás por razones operativas no sirvan para todo, pero ya es un comienzo.
