Kawasaki será una marca 100% electrificada en 2035, al menos en los mercados principales

El mundo de las dos ruedas -y derivados- se encuentra un poco rezagado en la carrera hacia la electrificación, al menos de momento. Casi todas las motos eléctricas que llenan el mercado son urbanas y utilitarias, muchas de ellas ciclomotores. Kawasaki no está muy interesada en esa parte del mercado, pero sabe que tendrá que electrificar su gama algún día. Para empezar, se ha tomado una decisión importante respecto a Kawasaki Heavy Industries, Ltd.

La división de motor, Kawasaki Motors, Ltd., ya es una compañía independiente y separada de la matriz. Así se busca flexibilidad y rapidez en la toma de decisiones para dar el salto a las motos del siglo XXI. De aquí al 2025 habrá 10 lanzamientos con motores eléctricos, de 16 previstos. En otros 10 años Kawasaki espera que todas sus ventas sean eléctricas o híbridas (hay patentes sobre ello) en los principales mercados desarrollados, que son Japón, Europa, Norteamérica y Australia.

En el resto del mundo seguirán haciendo falta motos de gasolina, pero también se valora, como en Toyota, alimentar motores de combustión interna con hidrógeno. Resolver la problemática del hidrógeno en una moto es muy, pero que muy complicada. La compañía también fabricará vehículos de cuatro ruedas recreativos, motos acuáticas y de cortacésped; serán eléctricos con el tiempo.

Y como viene siendo habitual en los últimos años, los fabricantes de vehículos van evolucionando en proveedores de movilidad, por lo que hay que crear un ecosistema alrededor de los vehículos para dar lugar a experiencias nuevas. Tal y como indica el comunicado de prensa:

«La nueva empresa no se limita al producto en sí, sino también al desarrollo de tecnologías complementarias como la Inteligencia Artificial, la integración de la tecnología de radar y las interfaces centradas en el cliente, como la App Rideology de Kawasaki, que conecta el smartphone del cliente con su vehículo a través de Bluetooth».

En otras palabras, además de propulsión eléctrica podemos esperar en las Kawasaki del futuro más conectividad, sistemas de ayuda a la conducción más eficaces y seguros, y una experiencia de uso más enriquecida. Y si se están proponiendo meterle hidrógeno a nada más y nada menos que el motor de la Ninja H2, es que la compañía sigue comprometida con «vender felicidad», no simplemente productos.

Por un lado, el mundo de la motocicleta ha experimentado un auge tras la pandemia por su percepción de vehículo de uso personal más seguro respecto a la posibilidad reducida de contagiarse de COVID-19. Por otro lado, si tenemos en cuenta la cara más recreativa de las motocicletas -que no es ir de A a B, eso es para los scooters– mucho se tiene que cuidar el aspecto pasional. Como KYMCO, Kawasaki se plantea motos eléctricas con marchas y cambio manual.

Honda, Yamaha, Kawasaki y Suzuki anunciaron en septiembre de 2020 su alianza para desarrollar juntos sistemas de baterías intercambiables para formar un estándar. De esta forma, estos cuatro fabricantes de motocicletas podrán avanzar más rápido que cada uno haciendo la guerra por su cuenta.