Ford ha ya vendido la primera remesa de motores eléctricos Eluminator, pero habrá más
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Publicado: 09/11/2021 08:37
Allá por agosto supimos que Ford Performance adelantaba un motor de reemplazo (crate motor en inglés) denominado Eluminator, homenajeando a un motor V8 de gasolina llamado Aluminator. Este motor ha acabado siendo muy similar al que monta de dos en dos el Ford Mustang Mach-E GT.
Con motivo de la feria de tuning y personalización del SEMA, Ford mostró una camioneta 1978 F-100 bastante modificada, empezando por el hecho de tener un par de motores Eluminator. Estos motores se ofrecieron en línea el 2 de noviembre y se han agotado en cuestión de días, informa Ford Authority.
«Construiremos todos los que necesitemos, como lo demande el mercado»
Mark Wilson, director de Ford Accesories para Norteamérica
La camioneta clásica tiene un motor Eluminator por eje, totalizando unos 480 CV. Es el fruto de la colaboración de Ford Performance con MLe Racecars y Roadster Shop. Además de la combinación del color Avalanche Gray con Ceracote Copper contrastándolo, tiene algunas piezas del interior modernizadas, como volante o pantalla, así como neumáticos Michelin Latitude Sport.
Cada motor Eluminator cuesta 3.900 dólares, unos 3.360 euros al cambio. Su potencia pico es de 210 kW/285 CV, su par máximo de 430 Nm, y su máximo de giro se da a 13.800 RPM. Pesa 93 kg y tiene una relación fija con reducción 9,05:1. Ford ya ha pensado en fabricar más unidades y ofrecerlas de nuevo para satisfacer la demanda.
Se incluye el cableado imprescindible y el kit de conexión a manguitos para refrigerarlo, pero Ford Performance no añade al paquete ni el inversor, ni el sistema de control, ni baterías. Eso se lo consigue cada uno por su cuenta, hasta que Ford ofrezca componentes auxiliares. Bienvenidos al futuro del electrotuning.
Si bien en Estados Unidos es relativamente sencillo mantener con vida cacharros muy antiguos que hace décadas que dejaron de fabricarse, es innegable que hay una incipiente industria de conversiones a eléctrico. Nos puede gustar o no, pero hay demanda para convertir clásicos en vehículos eléctricos que puedan conducirse independientemente de cualquier legislación medioambiental actual o futura, y con mayor fiabilidad.
