Uno de los sectores industriales que más está siendo analizado y vigilado por las políticas medioambientales y relacionadas con las emisiones es el del transporte. El mundo está buscando una forma eficiente de reducir los niveles de las emisiones que este sector procura cada año.
Pese a los progresos en las baterías eléctricas y el futuro que la Unión Europea está impulsando con el hidrógeno, se convierten en las dos alternativas más revolucionadas para reemplazar a los camiones con motores de combustión interna (ICE).
Ahora, desde la ciudad alemana de Frankfurt aparece una tercera opción que ha suscitado una gran atención en el país germano.
Una vieja solución
Tras la nueva alternativa frente a las baterías y el hidrógeno, surge una vieja solución ampliamente probada que se reinterpreta en clave moderna por compañías como Siemens, Autobahn GmbH y el fabricante de camiones Traton.
El concept de autopistas electrificadas es un concepto que lleva usándose en los tranvías y el transporte ferroviario durante décadas, con sistemas que permiten extraer electricidad directamente de la red para alimentar los motores eléctricos de cada vehículo.
Según publica el medio Automotive World, los camiones conectados a catenarias desplegadas en autopistas ya se han experimentado en Los Ángeles, Suecia e incluso otras ciudades alemanas.
En 2020, la primera pista de pruebas de una autopista electrificada en Alemania está cerca de Frankfurt y cuenta con líneas aéreas de catenaria. Por esta vía circulan cinco camiones híbridos Scania R 450 equipados con pantógrafos.
El problema de las emisiones
La reducción de las emisiones del transporte es esencial para cumplir con la agenda de cero emisiones netas, según las cifras compartidas por Transport & Environment, el transporte por carretera representa el 22 % de todo el CO2 producido por el sector del transporte.
Para poner estas cifras en perspectiva hay que contar con que el 2% de los vehículos que circulan por las carreteras son camiones. Pero el impacto de estos en las emisiones y en el medioambiente es enorme.
Frente a los camiones eléctricos que tardarán en llegar y tendrán la limitación del tiempo de carga de sus baterías, los de hidrógeno que aunque cargan más rápido, tienen el problema de los costes exageradamente altos en términos de energía requerida para fabricar el H2.
Pero los camiones aptos para autopistas electrificadas «serán más baratos, más ligeros y no requerirán repostaje, pero este sistema requiere cambios costosos significativos en la infraestructura pública» según la publicación.
