Los motores eléctricos se van colando en más sectores de la automoción, como el de la maquinaria pesada que contribuye al mantenimiento de las carreteras o a crearlas por vez primera. De los creadores del primer vehículo compactador de asfalto con motor elécrico, llega la primera máquina pavimentadora sin humos. Si queremos ser más finos, es una extendedora de aglomerado de asfalto.
BAM Infra Nederland -empresa del grupo Royal BAM-, con la colaboración con Wirtgen y New Electric, ha presentado esta máquina y se supone que es la primera de su clase. Originalmente impulsada por un motor diésel Volvo Penta Stage V, se le ha retirado y en su lugar hay dos motores eléctricos. Con las baterías de 270 kWh puede trabajar entre 8 y 10 horas, una jornada estándar.
El uso de los motores eléctricos permitiría ahorrar al año la emisión de 93 toneladas de CO2 y 115 kg de óxidos de nitrógeno. Otra forma de verlo, 150 litros de gasóleo menos al día. Las ventajas son múltiples aparte de lo económico y lo ecológico, la máquina eléctrica es mucho más silenciosa, es más fácil de operar y su mantenimiento es menos complejo por la cantidad de piezas que NO tiene.
Si es posible recargar el vehículo in situ, al día puede dar guerra sin problemas. También existe la alternativa de hacer un intercambio de baterías, poner otras cargadas, y de ahí se puede ir a otra obra o seguir trabajando. Del sistema de recarga no han dicho nada, aunque en plena obra no suele haber a mano enchufes industriales.
La empresa holandesa espera poder ofrecer a mediados de este año la maquinaria necesaria para pavimentar carreteras libre de emisiones. Les faltaría el camión con volquete, perfiladora/fresadora de pavimentos y motoniveladora.
