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El Mazda MX-5 NE sobrevivirá como un coche híbrido con tres motores eléctricos

Los pinitos en la electrificación de Mazda ya están en el mercado. Por un lado tenemos al más que urbanita Mazda CX-30, y por otro a nuevos SUV con motorizaciónes híbridas enchufables. Además, el Mazda2 también es híbrido, aunque con la inestimable colaboración del Toyota Yaris Hybrid, del que toma todo menos el logotipo. Uno de los modelos menos susceptibles de electrificarse es el Mazda MX-5, actualmente por su cuarta generación (ND).

Este roadster biplaza lleva más de 30 años sentando el criterio de lo que debe ser un descapotable divertido y económico, y si quiere sobrevivir tiene que abandonar su planteamiento 100% gasolina. Una posible salida viene al hibridarlo, pero sin el típico sistema de bajo voltaje y tracción simple. Una patente detalla la idea de Mazda para un coche como el MX-5, lo que sugiere que le encajaría al modelo de quinta generación (NE*) por ser su único coche de motor delantero y propulsión trasera de la marca.

La patente es de 2019 pero ha emergido en diciembre del año pasado por gentileza de The Drive. Nos describe un sistema de tracción total compuesto de sendos motores eléctricos en el eje delantero, concretamente dentro de cada rueda, y otro motor encajado en una transmisión automática con árbol de transmisión al eje trasero. Bajo el vano delantero va un motor de cuatro cilindros de gasolina.

Patente del sistema híbrido de tres motores para el Mazda-MX-5 NE

Mientras los motores delanteros aportan 17 kW/23 CV cada uno, el central es de 25 kW/34 CV. La potencia combinada podría alcanzar los 250 CV sin grandes problemas, aunque el cuatro cilindros esté optimizado para entregar más par y menos potencia, o funcione con un ciclo de combustión como Miller o Atkinson. Eso no lo sabemos. Aparentemente las masas están bien centradas, aunque los motores en rueda aumentan las masas no suspendidas.

Para mantener el peso a raya, que es una de las características que hacen tan divertido al MX-5, el sistema no cuenta con grandes baterías pero con una capacidad suficiente, 3,4 kWh y 48 voltios. Es prácticamente el triple de la capacidad de un híbrido autorrecargable de hace unos años. Lógicamente no sería enchufable, y pesará más que un MX-5 ND.

Posiblemente los motores delanteros puedan mover el coche mientras el cuatro cilindros esté completamente detenido, al menos con bajas cargas de aceleración. Los dos motores en rueda se alimentan de un supercondensador (fig. 22 en el diagrama), no de la batería de 48 voltios. Mazda tiene experiencia en esa tecnología por el sistema i-E-LOOP actualmente a la venta, permite cargas y descargas muy rápidas.

Mazda MX-5 (ND)

La parte buena del sistema planteado es que permitirá que el MX-5 siga teniendo un tacto divertido sin llegar a ser 100% eléctrico, lo que a día de hoy le haría un poco pesado, pero sobreviviendo a los límites de emisiones que hay antes de 2035 en Europa. La parte mala es que la conducción manual se pierde en parte o totalmente, así que el último MX-5 para puristas será el modelo actual. El aumento inevitable de precio de esta tecnología será otro inconveniente, pero es un coche de capricho.

El mercado ahora mismo nos tiene huérfanos de coches eléctricos de este tipo, aunque hay varias declaraciones de intenciones por parte MG, Stellantis trabaja en Alfa Romeo y Lancia descapotables eléctricos, e incluso MINI podría tener algo que decir. Si miramos a más largo plazo, seguramente la sexta generación del MX-5, si sobrevive, ya pasará por ser 100% eléctrico sin remisión. Ídem para sus hipotéticos rivales.

NOTA: NE no es denominación oficial todavía, pero es la más razonable al ir después de ND.

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