El próximo mes de mayo la marca del rombo va a presentar un nuevo concept car que podría anticiparnos el sustituto del actual Scénic. Ni siquiera han comunicado su nombre. Por las proporciones que tiene, apunta a un crossover, aunque hay un detalle más relevante. Estará «propulsado por una motorización de hidrógeno».
Eso abre dos posibilidades, bien que pueda funcionar con hidrógeno en un motor de combustión adaptado para ello, o que use una pila de combustible para producir electricidad para un motor eléctricos. Esto último es más probable por dos razones. La primera es que Renault aspira a vender exclusivamente versiones eléctricas en 2030 -al menos en Europa-, por lo que no tiene sentido mantener el motor de combustión vivo solo para usar hidrógeno. Solo los japoneses insisten en esa idea.
En cambio, Renault ya tiene vehículos comerciales ligeros aptos para funcionar con pilas de combustible de hidrógeno. En la gama Renault Master H2-Tech hay variante furgón, chasis-cabina y minibús, los tres funcionan con pilas de combustible de su socio Hyvia. También se presentó una versión de hidrógeno de la más pequeña Kangoo. Su ámbito comercial es muy pequeño y está a caballo entre pruebas internas y venta normal.
El hidrógeno en turismos de momento no tiene mucho éxito, muy pocos fabricantes apuestan por él, véase Toyota y socios, BMW, Honda o Hyundai. La mayoría de los fabricantes apuestan por las baterías para coches eléctricos y desde luego Renault ve ahí la solución principal a la descarbonización. Aunque el hidrógeno sea solamente una mención en este prototipo denota que al menos no lo han descartado del todo, tras finalizar su desarrollo con Ford y Daimler hará cuatro años.
Por lo demás, del prototipo os podemos decir lo poco que sabemos de él. Según Renault, refleja los compromisos adquiridos para su estrategia de desarrollo sostenible. Respecto al medio ambiente, no tendrá emisiones y tendrá en cuenta la economía circular con materiales reciclados y -obviamente- reciclables. Desde hace años el 95% de un vehículo nuevo tiene que ser reciclable.
En cuando a seguridad, esperamos más asistentes y tecnología, y la inclusividad vendrá de la mano de «diversidad de los equipos» y medidas de accesibilidad. El prototipo no necesariamente tendrá un traslado a un modelo de producción, como le pasó al DeZir, pero algunas claves de su diseño sí acabarán llegando a la gran serie. La pregunta es si eso también aplica a su «motorización de hidrógeno».
